Perfil
Óscar López, el último kamikaze de Sánchez en Madrid que ya naufragó en Castilla y León
Con fracasos electorales y distintas polémicas a sus espaldas, López se convertirá en el hombre fuerte de Sánchez en la comunidad madrileña, con la esperanza de provocar una grieta en la gestión de Díaz Ayuso
La trayectoria política de Óscar López Águeda (Madrid, 1973) se podría resumir en la relación de amor-odio que ha mantenido con el líder Pedro Sánchez. López, una de las voces más discordantes con el actual líder del Ejecutivo –malacostumbrado a la más absoluta devoción por parte de sus fieles–, será el próximo soldado de la Moncloa para intentar arrebatar la Comunidad de Madrid a Díaz Ayuso. Este anuncio, que tendrá lugar de manera oficial el próximo jueves, supondrá un cambio de perfil en el organigrama socialista madrileño tras la marcha forzada de Juan Lobato, apostando en esta ocasión por una de las figuras más deterioradas de la época del 'zapaterismo'.
Para poder entender las sucesivas vueltas políticas sufridas y protagonizadas por López tenemos que remontarnos al año 1996, fecha en la que se afilió al grupo socialista. No se entendería su trayectoria si no destacáramos su paso por la comunidad de Castilla y León, lugar que le vio 'crecer' –políticamente hablando– y estrellarse en uno de los resultados más tristes del partido en toda su historia.
El próximo líder del PSOE madrileño ya era diputado por la provincia de Segovia desde el año 2004 tras la victoria de Zapatero en las elecciones de aquel año. Cuatro años después, en septiembre para ser más concretos, acabó designado como nuevo secretario general de Castilla y León. Una aventura que se antojaba desde el primer momento un plan suicida para los socialistas, acostumbrados a las mayorías absolutas del entonces presidente, el 'popular' Juan Vicente Herrera.
Su designación se vislumbraba como una crónica de una muerte anunciada. Su nulo perfil, ausente de encanto, se hizo más palpable en los comicios de 2011. Aquella fecha supuso una de las derrotas políticas más duras para el partido en la comunidad, consiguiendo únicamente 29 escaños, peor resultado del PSCyL hasta aquel momento.
De su 'ascenso' con Rubalcaba al destierro de Sánchez
Tras la victoria de Alfredo Pérez Rubalcaba en el XXXVIII Congreso Federal del PSOE del año 2012, Óscar López fue nombrado secretario de Organización del PSOE, ascendiendo así hasta ser el número tres del partido. Su batacazo en Castilla y León quedaba en el olvido en cuestión de meses y pasaba a ser una de las figuras fuertes del nuevo liderazgo de Rubalcaba.
Ya como secretario de organización del partido, López fue el principal protagonista de uno de los momentos más bochornosos tras el escándalo de la alcaldía de Ponferrada en 2013, que tuvo lugar justamente un 8-M y en el que estuvo implicado un condenado del caso Nevenka.
En aquel lejano mes de marzo, el PSOE presentó una moción de censura en el ayuntamiento leonés de Ponferrada, que salió adelante gracias al voto del expopular Ismael Álvarez, condenado en 2002 por acoso sexual en aquel caso. Una polémica ante la que el entonces el secretario se limitó a decir que cometió un «error de apreciación», pero que «lo más importante» es que el partido ha «pedido disculpas» y ha «rectificado».
Con la dimisión –y posterior resurgimiento– de Sánchez, la postura de Óscar López fue tan cambiante a la par que interesada. Posicionado con Patxi López en aquella lejana pugna por el liderazgo del partido, el ahora ministro de Transformación Digital se caracterizó por ser una de las voces más críticas contra el actual líder del Ejecutivo español, al que llegó a calificar en 2018 como un «tío que nos llevará al desastre». El velado insulto no pareció gustar demasiado al líder ni a sus afines –entre ellos un ya leal Óscar Puente–, quienes pedían la marcha de López al no estar «en el proyecto de Pedro Sánchez».
Sin embargo, Sánchez, flamante victorioso en aquellas primarias de mayo de 2017, decidió 'colocar' al bueno de Óscar López en Paradores, una decisión que llegó a los pocos días de sus declaraciones críticas.
Tan solo tres años después, Sánchez decidió encumbrar aún más a un López, que comenzó a formar parte de su núcleo duro, convirtiéndole en su jefe de Gabinete tras la salida de Iván Redondo. La trayectoria de Óscar López como mano derecha de Sánchez no duraría demasiado tiempo, siendo recolocado en el pasado mes de septiembre como titular de la cartera de Transformación Digital.
Ahora, tan solo tres meses después de asumir el cargo, López será la nueva cara visible de un PSOE madrileño, aunque con unas sensaciones similares a las de hace ya 16 años. Esta vez, con Isabel Díaz Ayuso adoptando el papel de Juan Vicente Herrera –acumulando mayoría tras mayoría–, Óscar López tendrá ante sí un desafío político realmente complicado. Más teniendo en cuenta que nos encontramos ante un político más acostumbrado al fracaso electoral, y a la crítica interna, que a un auténtico liderazgo.