Los dos soterramientos que se unirán al proyecto de la A-5 y que revolucionarán Madrid
Los tres proyectos supondrán un cambio en el urbanismo de la ciudad que potenciarán los jardines y zonas verdes
Madrid tendrá tres grandes soterramientos que supondrá un nuevo escenario urbano en la capital. El alcalde José Luis Martínez-Almeida quiere pasar a la historia de la ciudad por estos proyectos. El primero de ellos será el cubrimiento de la A-5 que comenzará el próximo 11 de octubre, a este se le suma el de la M-30 a la altura de Ventas y el de Castellana Norte que conectará con el futuro desarrollo de Madrid Nuevo Norte.
El cubrimiento de la M-30 cuenta con un presupuesto de 87,8 millones de euros y supondrá una plataforma sobra la mencionada vía que generará una superficie de 17.000 metros cuadrados que conectará peatonal y paisajísticamente los distritos de Salamanca y Ciudad Lineal.
De esta manera, quedarán unidos de manera directa el parque de la Quinta de Fuente del Berro, en el lado de Salamanca, y la zona verde e instalaciones deportivas situadas en el flanco de Ciudad Lineal.
El espacio creado sobre la M-30 se conectará con los márgenes a través de ocho caminos y contará con zonas peatonales, ajardinadas y estanciales en las que se plantarán más de 200 nuevos árboles.
Además, se instalarán juegos infantiles, equipamientos de calistenia y una pequeña zona de actuaciones al aire libre con un graderío de poca altura.
En concreto, el cubrimiento de la M-30 contará con más del 50 % de la superficie de zonas verdes. Del total de metros cuadrados de la zona, 5.000 m² irán destinados a parterres, 900 m² a praderas, 4.000 m² a zonas peatonales y 300 m² a zonas infantiles.
En un primer momento, se esperaba que la plataforma iba a situarse junto al puente; sin embargo, este espacio de 200 metros de longitud se situará a unos 300 metros al sur del puente de Ventas, en las inmediaciones de la pasarela Ramón de Aguinaga.
Esta ubicación se ha determinado como la más adecuada por varias razones. Por una parte, se evita la demolición de las rampas que conectan la M-30 con la calle Alcalá, lo que implicaría un gran impacto a la movilidad durante muchos meses.
Además, en el tramo de 300 metros al sur del puente se encuentran instalaciones de Metro y un depósito del Canal de Isabel II que harían inviable la conexión de la plataforma. A todo ello hay que añadir que el tramo de la M-30 elegido discurre en trinchera a un nivel inferior al de la ciudad.
El proyecto incluirá la reurbanización de algunas de las calles de ambos laterales de la nueva plataforma para una mejor integración y conexión.
En el flanco de Salamanca, se remodelarán la calle Alejandro González, la plaza de la América Española, el parque infantil del final del parque de la Quinta de Fuente del Berro y la calle Ramón de Aguinaga.
En el lado de Ciudad Lineal se remodelarán completamente todos los espacios libres que existen entre los bloques de viviendas y la M-30 en el entorno de la calle Antonio Pirala, donde se reordenará el interior del parque.
Asimismo, se renovarán los espacios deportivos existentes, actualmente muy degradados, se reorganizarán las plazuelas que los separan y se crearán nuevas zonas de juegos infantiles y de ejercicio para personas mayores.
Soterramiento Castellana Norte
El segundo gran soterramiento de Madrid será el de Castellana Norte, entre la calle Sinesio Delgado y el Nudo Norte de la M-30. Este proyecto urbanístico tiene un presupuesto de 128,9 millones de euros y se espera que las obras comiencen durante el primer trimestre de 2025.
El soterramiento tendrá una longitud de 820 metros y generará un espacio de 70.000 m² en superficie. Además, permitirá la integración como un solo ámbito continuo del entorno de las cinco torres y el hospital de La Paz con el futuro centro de negocios que contempla Madrid Nuevo Norte.
Este soterramiento materializará el remate norte del paseo de la Castellana como eje estructurante norte-sur de la ciudad. Una vez construido el túnel, en superficie solo se permitirá la circulación del transporte público y el tráfico local de acceso a los edificios.
Además, se creará un carril bici bidireccional que recorrerá todo el tramo soterrado. El espacio generado sobre el túnel estará compuesto de varias zonas, todas ellas rodeadas de una arboleda perimetral en la que se instalarán bancos, papeleras o fuentes de beber.
El túnel resultante de la nueva ordenación concentrará el tráfico bajo rasante, permitiendo la continuidad del tronco de la Castellana hasta el Nudo Norte y su conexión a través de este nudo con otras vías.
El diseño del túnel se ha realizado en dos niveles con el objetivo de minimizar el impacto en el arbolado existente y poder conservar el mayor número de ejemplares.
El soterramiento de Castellana contará con una colina con grada para actividades diversas al aire libre, una fuente con juegos de agua y una plaza central configurada lo más libre de obstáculos posible en el centro y dotada con una pérgola.
También tendrá un pinar que integrará los pinos existentes y los reforzará con nuevas plantaciones. En total, está previsto plantar unos 670 árboles.
Bajo la sombra de los árboles se establecerán varios espacios de juegos infantiles, elementos de calistenia y circuitos saludables para mayores.
En el extremo norte se prevé instalar una pérgola monumental. Finalmente, el ámbito quedará rematado por una serie de nuevos jardines que cubrirán las rampas del túnel.