
Vía de emergencia de la M-30
Los números de la M-30 que llaman la atención de ingenieros internacionales
Más de un centenar de visitas de universidades, centros de investigación, administraciones públicas, empresas, colegios profesionales y delegaciones han estudiado la vía
La M-30 es la vía de circunvalación por excelencia de Madrid, con 207 kilómetros y 375 millones de vehículos al año. Estos primeros datos son la carta de bienvenida de todos los que conforman este anillo colosal. Entre las infraestructuras y equipamientos más relevantes destacan las 206 salidas de emergencias que se encuentran en los túneles, las 1.850 cámaras de circuito cerrado de televisión. La carretera cuenta con más de 700 postes SOS y 100.000 metros de tuberías de protección contra incendios.
En este sentido, tiene 2.500 bocas de incendios, 3.000 extintores y 8.000 puntos de detección de incendios. La M-30 está blindada contra cualquier posible fuego que se pueda originar.
A lo largo de sus más de 200 kilómetros se reparten 670 paneles de mensajes variables que informan a los conductores de cualquier incidencia o información relevante.
Nuevamente, en el túnel hay 85 pozos de ventilación, 950 ventiladores para renovar el oxígeno y expulsar el dióxido de carbono, 37 cuartos técnicos y unos 3.500 altavoces para dar avisos.Asimismo, el soterramiento de la M-30 dispone de 120 puntos de medida de tráfico, una red de fibra óptica de 110.000 metros de longitud, 53.000 luminarias (en túnel, cuartos y galerías), 100 bombas de drenaje y 450 indicadores de calidad.
La M-30, eslabón fundamental de la red arterial de movilidad de la capital, es hoy una referencia a nivel mundial, no solo por las magnitudes de una infraestructura singular, sino también en clave de excelencia operacional.
El Centro de Control de la M-30 se ha convertido en un referente tecnológico y operacional. Sus estándares y su modelo de gestión son un ejemplo a seguir.

Vistazo de la M-30 y las Cuatro Torres
Así lo acredita el centenar de visitas de universidades, centros de investigación, administraciones públicas, empresas, colegios profesionales y delegaciones procedentes de EE.UU., Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Arabia Saudí, Singapur, Brasil, Kenia, Turquía, Bélgica, Francia o Canadá.
Los agentes de intervención de Madrid Calle 30 –entidad que gestiona la M-30– son los primeros en llegar al punto en el que se registra un incidente y los últimos en marcharse.
La capacidad de respuesta está garantizada gracias a una flota de un centenar de vehículos y a las referidas 4 bases operativas emplazadas a lo largo del anillo, cuyos agentes actúan en un tiempo récord.
En cinco minutos y medio llegan hasta cualquier lugar del túnel donde se registra un incidente, y en 17 minutos son capaces de resolverlo.
Los 400 empleados vigilan diariamente el funcionamiento óptimo de los miles de equipos instalados en la vía y supervisan la correcta conservación de puentes y pasarelas, velando por la seguridad dentro del marco de la movilidad sostenible.

La M-30 a cielo abierto en Madrid
Centro de Control de la M-30
Es el 'cerebro' de la M-30: una sofisticada maquinaria de relojería desde la que se controlan todas las operaciones durante las 24 horas del día, los 365 días del año. Es una interfaz hombre-máquina con 18.000 equipos, que recibe 115.000 señales.
La automatización de los procesos marcará el antes y el después de la inversión que se ha llevado a cabo, la más relevante en la historia reciente de Madrid Calle 30: 11,5 millones de euros, aprovechando la financiación comunitaria vía Next Generation.
El grueso de la inversión ha ido destinada a la implantación de los Sistemas Inteligentes de Transporte, y a la renovación y modernización de equipos.
El Centro de Control de la M-30 se ha convertido en un referente tecnológico y operaciona
En síntesis: inteligencia artificial, algoritmos y fórmulas matemáticas complejas aplicadas a la gestión operacional del tráfico en un entramado subterráneo tan complejo como la red de túneles de la M-30. No existe ningún precedente a nivel mundial. Somos pioneros.
Hasta ahora, el factor humano acaparaba prácticamente todo el protagonismo en la gestión de emergencias. Pero de ahora en adelante, gracias a la inteligencia artificial y a la introducción de una serie de algoritmos, será posible reemplazar los protocolos manuales por protocolos automáticos.
Así, por ejemplo, el nuevo algoritmo de ventilación va a permitir reducir considerablemente los tiempos de actuación en caso de incendio.
El sistema de detección automática de incidentes de Madrid Calle 30 permite ya, de hecho, movilizar todos los recursos en un plazo de tiempo más corto que el que se tarda en contarlo.

La M-30 también forma parte de las Zonas de Bajas Emisiones
Movilidad en la vía
En términos de movilidad, sin la M-30 el tráfico rodado en la almendra central de Madrid colapsaría y los patrones de circulación 'saltarían' literalmente por los aires.
Además, los tiempos de desplazamiento se multiplicarían exponencialmente, la pérdida de horas de trabajo en concepto de retrasos sería inasumible, y los índices de siniestralidad se dispararían hasta porcentajes indeseables.
La M-30 es una infraestructura estratégica, adelantada a su tiempo, pionera, testigo directo de la transformación sin precedentes que ha experimentado la ciudad de Madrid y su zona metropolitana, en términos de vertebración territorial, cohesión social, accesibilidad, crecimiento sostenible e impacto económico.
La reforma de la M-30 (las obras de soterramiento), es la obra de planeamiento urbanístico más importante que se ha llevado a cabo en Madrid en el último siglo: una infraestructura pionera e innovadora, que elimina el 'efecto-barrera', superando las brechas entre barrios.