Fundado en 1910

El nuevo líder del PSE despidiendo a su antecesoraEfe

Los pactos de Sánchez

El socialismo vasco abre nueva etapa sin descartar un tripartito con Bildu

El guipuzcoano Eneko Andueza asume el liderazgo del PSE. El PNV, a la defensiva, da por hecho que intentará un pacto de izquierdas tras las próximas elecciones, para las que todavía queda

El relevo -este fin de semana- en la Secretaría General del PSE después de siete años que ha durado la etapa de Idoia Mendia ha convertido la política vasca en pasto de las especulaciones.

¿Es acaso la elección del guipuzcoano Eneko Andueza, con un perfil más vasquista, el primer paso hacia un pacto de izquierdas entre el PSE y Bildu en el medio plazo?

La sola posibilidad tiene nervioso al PNV de Andoni Ortuzar e Íñigo Urkullu, con el que los socialistas gobiernan en el País Vasco. La presidenta del partido en Vizcaya, Itxaso Atutxa, alimenta esa teoría este domingo en una entrevista en El Correo, en la que afirma: «PSE y Bildu harán un esfuerzo por explorar el tripartito. Va a ser una opción».

De momento Andueza ha negado un cambio a corto plazo en la política de alianzas del renovado PSE y ha asegurado que los acuerdos con el PNV «van a seguir vigentes». Pero tampoco ha descartado la vía de Bildu para el futuro, con un «todavía queda». 

E incluso ha llegado a usar al PP como parapeto: «En el Parlamento desde hace años vemos muchas veces que existen puntos de coincidencia entre EH Bildu y PP y no pasa nada y votan juntos y se firman cosas, se llegan a acuerdos», sostuvo hace unos días en una entrevista a Efe.

Podemos, por su parte, lo está deseando. Según declaró a principios de noviembre su coordinadora general, Pilar Garrido, es «cuestión de tiempo» que haya en el País Vasco un tripartito de izquierdas. E incluso se ofreció de «puente» entre socialistas y abertzales.

En realidad, aunque el PNV es el socio preferente del PSE, estos últimos gobiernan en las localidades de Irún y Eibar con apoyo de la izquierda abertzale, así que el camino no está ignoto. Y el debate está servido en el socialismo vasco, donde existen dos almas: una más españolista, por así decirlo, y otra de cuyo máximo exponente ha sido durante años Jesús Eguiguren. Amigo personal de Arnaldo Otegi y negociador del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con ETA.

El PNV lleva tiempo con ese runrún en la oreja, dadas las crecientes atenciones que el Ejecutivo de Pedro Sánchez presta a Bildu y a sus cinco diputados en Madrid. De hecho en la negociación de los Presupuestos Generales los de Otegi han sacado al presidente y a su ministra de Hacienda tanto o más que los de Ortuzar. «Es desconcertante», señala a El Debate uno de los portavoces del área económica del grupo parlamentario popular en el Congreso.

Lo es porque Bildu ha ido a dar al PNV donde más le puede doler: lo ha destronado como principal, y casi único, conseguidor para el País Vasco. Por más que el viernes su portavoz en la Cámara Baja, Aitor Esteban, convocara una rueda de prensa para presumir de las 41 enmiendas que el PNV ha conseguido que Sánchez acepte.

En Navarra, la socialista María Chivite acaba de cerrar sus terceros Presupuestos con Bildu. Que es la muleta de Chivite desde que en el verano de 2019 la abstención de sus parlamentarios permitió a la socialista ser investida presidenta.

Sobre el papel quedan dos años y medio para las elecciones vascas. En las últimas Bildu quedó 10 escaños por debajo del PNV (21 frente a 31), en parte por la caída de Podemos. Aunque aún sigue siendo distancia, ésta se va acortando. La última encuesta del CIS vasco, publicada en octubre, situaba a los de Otegi con 23 escaños frente a un PNV estancado en 31.