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Los dirigentes del PNV Aitor Esteban, José Antonio Suso y Ramiro González, con el Lehendakari, Iñigo UrkulluEuropa Press

Tras las concesiones a Junts

El PNV pide al Gobierno la cesión de la inmigración porque el País Vasco la practica con «inclusión»

Los nacionalistas vascos han recordado a Sánchez que si quiere materializar la transferencia de la inmigración a Cataluña va a necesitar sus votos

Después de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez haya acordado en sus pactos con Junts ceder a Cataluña las competencias de inmigración, el PNV ha insistido que también se traspase esta materia al País Vasco porque es una región que practica la inmigración «desde la inclusión». Por su parte, Bildu ha instado a convertir la comunicada autónoma vasca en un «país de acogida» mientras que el PP ve un «disparate jurídico el contar con 17 sistemas de inmigración» en el Estado.

En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por EP, los parlamentarios vascos se han referido al acuerdo de Junts con el Gobierno de cara a que Cataluña cuente con la competencia de inmigración, así como al compromiso del Ejecutivo central con PNV de completar el Estatuto y transferir también esa competencia pendiente.

En este sentido, el diputado autonómico del PNV José Antonio Suso ha afirmado que la política de inmigración de su partido es «de inclusión, no de exclusión» y, hasta la fecha, lo que se hace en el País Vasco, «sin tener la competencia», es «una política permanente de inclusión de aquellas personas en esa fase de autonomía personal».

Suso ha recordado que «no se ha cumplido la transferencia» en materia de inmigración y el PNV está pidiendo «que se realice». «En esta fase venimos trabajando ya hace muchos años, para dar solución a los problemas que la migración se encuentra cuando llega», ha expresado.

«Y no sólo a la que se ha acogido a la política de asilo, sino a aquellos que han llegado de forma no incorporada a esa reglamentación», ha precisado.

Por ello, ha afirmado que el compromiso de la formación nacionalista «sigue siendo el mismo, incluir, no excluir». «Por tanto, si hay una nueva modificación de la ley, se hace una ley orgánica, va a ser necesaria la participación del PNV y sus votos; y seguimos trabajando en ese modelo, en el modelo de inclusión», ha apostillado.

Por su parte, el parlamentario de Bildu, Mikel Otero, ha reconocido que «no está claro» qué ha conseguido Junts en relación a la competencia de inmigración.

«Nosotros debiéramos utilizar esa competencia para convertir a Euskadi en el país de acogida que tiene vocación de ser», ha asegurado, para añadir que los compromisos que el PNV reclama abarcan «la segunda acogida y no la primera, que es la concesión de asilo» y que corresponde a España.

El dirigente del PSOE vasco Alberto Alonso ha apuntado que será necesaria una ley orgánica «que es la que habrá que trabajar». «Este es el momento en el que, a través de la negociación de esta ley orgánica en el Congreso de los Diputados, cada grupo podrá plantear todas sus quejas, todos sus miedos y todas sus aportaciones», ha aseverado.

El representante socialista en la Cámara vasca ha apuntado que «entre aquellos grupos que consideren que es necesario y preciso realizar este tipo de medidas, es el momento de la negociación». «No hay nada acordado no hay nada cerrado sino que el momento de abrir un proceso de negociación de una nueva ley», ha zanjado.

Por su parte, la diputada autonómica del PP Laura Garrido ha advertido que supondría un «disparate jurídico de grandes dimensiones», así como de falta de «practicidad», el contar con 17 sistemas de inmigración en el Estado.

Tras considerar que Urkullu va «a rebufo» en su reclamación, Garrido ha advertido que ninguna Comunidad Autónoma, salvo el País Vasco, incluida las gobernadas por el PSOE, han pedido la transferencia.

«Jurídicamente es inviable de acuerdo a las competencias exclusivas que marca el artículo 149.1 de la Constitución. Es una cuestión que incide en política exterior y de seguridad y tiene que ser una política global», ha señalado, para añadir que se está ante una «línea roja» que no se puede traspasar.