Cruceros que cuestan menos que quedarse en casa

Una pareja de jubilados australiana, Jessica y Marty Ansen, ha acaparado estos días titulares de medio mundo tras conceder una entrevista a una televisión de su país. Grandes viajeros, los Ansen partieron de Brisbane en junio de 2022 a bordo del Coral Princess y desde entonces no han dejado de navegar ni un solo día.

Ya han encadenado 51 viajes consecutivos por aguas de los siete mares y su plan es seguir unos cuantos meses más por Polinesia, Mediterráneo, Mar del Norte… Además de la envidia que han podido despertar entre quienes desearían llevar un estilo de vida parecido al menos una temporada, lo que más ha llamado la atención es una de las principales razones de su periplo: les sale más barato el crucero que estar en una residencia.

Y el Coral Princess no es precisamente un barquito de cuarta fila: piscinas, spa, multitud de bares restaurantes, gimnasio, cine, biblioteca, casino… El sector cruceros goza de un buen cartel en términos relación calidad precio, el crucerista percibe que recibe mucho por lo que paga y aunque las perspectivas para 2024 apuntan a que las tarifas seguirán subiendo, cada vez hay más demanda.

En 2023, 31 millones de personas disfrutaron de un sector que tiene una peculiaridad: ofrece mayor rechazo que otras modalidades de viaje para quienes nunca han sido cruceristas y muestra una mayor fidelidad que otras opciones turísticas para quienes ya se han embarcado en algún crucero. Es decir: quién prueba, repite.

El 85 % de quienes han hecho un crucero expresan su deseo de volver a hacerlo. Esta es una de las razones por las que la pujante industria de cruceros tiene entre sus objetivos conseguir nuevos adeptos. Para vencer ciertos rechazos, y, sobre todo, para atraer a los jóvenes, segmento clave, se han popularizado las modalidades de cruceros más cortos (3 días de duración), ha aumentado el número de cabinas para pasajeros que viajan solos, y por supuesto, se juega la baza de seducir vía precios muy atractivos.

La subida de las tarifas de avión y de los hoteles beneficia al sector que precisamente cuenta con enero y febrero como los mejores meses del año para reservar para quienes se guían principalmente por el factor precio. Si desea embarcarse en un futuro, éste es el mes de encontrar verdaderas gangas en compañías con los precios más económicos, como las italianas Costa o MSC. Basta echar un vistazo a la infinidad de webs dedicadas a ofrecer información de cruceros para ver alguna de estas ofertas.

Por ejemplo: Costa ofrece 8 días de crucero por el Mediterráneo por 309 euros. Un popular buscador anuncia un crucero de 11 días entre Málaga y Florida por 445 euros y un Nueva York-Bahamas por 275 euros. Logitravel ofrece cruceros desde 210 euros por el Mediterráneo y Vayacruceros desde 189. Hay que tener en cuenta, que el precio incluye el camarote y la manutención, y muchos ofrecen ya bebidas alcohólicas sin aumento de precio y niños gratis.

Y aunque hay que tener cuidado con la letra pequeña (si incluye tasas, propinas, etc..) significa que estamos hablando de unos 40 euros al día por pasajero, 20 si se viaja con un menor. Este es el indicador clave para los que buscan un crucero económico, no es tanto el precio final, sino averiguar el precio por día, teniendo en cuanta que la duración de los cruceros tiene una horquilla de entre 3 a unos 24 días de duración.

¿De qué depende el precio? En líneas generales, los viajes más cortos, tienden a ser más económicos que los cruceros de mayor duración. Otro factor fundamental es la antelación con la que se efectúa la reserva. En general, las tarifas suelen ser más bajas si se reserva con varios meses de antelación. Algunas compañías ofrecen descuentos especiales «último minuto» para aquellos camarotes que no han vendido, pero otras han renunciado expresamente a estas políticas para evitar precisamente la gran incertidumbre que esto genera en sus reservas y ahora garantizan el precio mínimo cuando ponen los pasajes a la venta.

Los cruceros de reposicionamiento suelen ofrecer las tarifas más económicas por camarote/día. Se trata de cruceros generalmente sin escalas o muy pocas en los trayectos de reubicación de una región a otra al finalizar la temporada. Otro factor importante es viajar en temporada baja: cruceros por el Mediterráneo en otoño, Caribe en septiembre y países nórdicos justo al final de la temporada, es decir, octubre.

Para los cruceristas que miran más el precio que el destino, hay multitud de nuevas herramientas digitales que les ayudan en esta pequeña investigación de dar con el crucero más económico en un momento dado. La más conocida es la web CruiseSheet, que ofrece la ventaja de buscar cualquier crucero del mundo en función del precio por día. El abanico empieza nada menos que en 36 euros, lo que da idea de que hoy en día ir de crucero está al alcance casi todos los bolsillos, especialmente en las navieras más económicas.

Holland America Line (HAL) no puede considerarse como tal, es una compañía veterana con excelente reputación en el segmento medio/lujo, que acaba de lanzar una opción para viajeros con una gran flexibilidad. La modalidad «Standby» surge de la idea de ofrecer los camarotes vendidos que por alguna razón han sido anulados a última hora: enfermedades, contratiempos, asuntos varios...

Son camarotes muy difíciles de volver a vender con tan poca antelación, como saben las navieras, y por tanto, se quedan vacíos cuando el barco zarpa. Con esta modalidad, otro pasajero puede adquirir un camarote por 45 euros al día, entra en una lista de espera pero solo sabrá si navega una semana antes del embarque.

Para entrar en la lista, tiene que pagar el importe íntegro del viaje, que le será devuelto en su totalidad si finalmente no embarca. Un programa que está disponible por ahora solo en algunos itinerarios y en cruceros entre 3 y 22 días por América. Un poco de emoción antes de la partida a cambio de un precio de «outlet» para una naviera del nivel de Holland America. Una propuesta pionera que quien sabe si marcará una nueva tendencia en el sector que nos hará tener la maleta permanentemente preparada en la era del trabajo en remoto. Tan remoto como un punto móvil en altamar.