Doña Letizia: riguroso luto y el broche de La Peregrina en el funeral de Constantino de Grecia

Como no podía ser de otra manera, la Catedral Metropolitana de Atenas se convertía desde primera hora de la mañana en un desfile de royals que quería despedir en persona a Constantino de Grecia. A pesar de que no es un Funeral de Estado, sino una ceremonia privada, todas las Casas Reales Europeas han querido estar presentes en la despedida, encabezada por Ana María de Grecia y los cinco hijos del matrimonio, Pablo, Nicolás, Felipe, Alexia y Teodora. Fallecido el 10 de enero a los 82 años de edad, también ha reunido a un gran número de griegos que quisieron darle el último adiós al que fue rey heleno entre 1964 y 1973.

Una de las sorpresas ha sido el comité español que ha llegado encabezado por los Reyes Juan Carlos y Sofía. A su lado, estaban también sus hijas, las Infantas Elena y Cristina, y los hijos de ambas, Felipe y Victoria Federica de Marichalar, por un lado, y Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene.

Minutos más tarde, hacía su aparición el Rey Felipe VI acompañado por Doña Letizia. Teniendo en cuenta que en este tipo de ocasiones se impone la sobriedad del negro, la Reina Letizia ha querido cumplir con el protocolo de luto de forma rigurosa y elegido un look que no falla: un elegante vestido-abrigo con escote cruzado en pico y corte wrap, cintura marcada y falda de vuelo de capa.

Su atuendo monocolor dejaba todo el protagonismo al broche que lucía en su lado izquierda, una auténtica joya real conocida por ser una de las piezas más valiosas del conocido como lote «de pasar», que la Reina Victoria legó a sus sucesoras. El broche cuenta con la perla La Peregrina, una de las más grandes del mundo, que cuenta a su alrededor con dos filas de brillantes y de la cual cuelga otra perla de destacado tamaño en forma de pera.

Pese a ser una de las joyas detacadas de la corona, Doña Letizia la ha lucido en pocas ocasiones. La última vez fue en la Pascua Militar del 2022, dejando una anécdota para el recuerdo. En un determinado momento, a Letizia, que lucía un vestido azul marino con abrigo de piel a juego, se cayó el broche que llevaba. De forma instantánea, su marido Felipe VI no dudó en agacharse para recogerlo y dárselo. La Reina decidía guardarlo en sus manos, cruzadas el centro, y ponérselo una vez que el acto oficial acabase.

La Peregrina es una de las ocho joyas que pasan de Reina a Reina. La perla de 55,95 quilates fue descubierta hace 500 años en el Caribe y se convirtió en el regalo que Felipe II le hizo a María Tudor, Reina consorte de España y Reina de Inglaterra e Irlanda. Después, pasó por las manos la Reina Victoria, María de Borbón, Elizabeth Taylor, la Reina Sofía hasta llegar a Doña Letizia, que al terminar su reinado se lo legará a su hija, la Princesa Leonor.