
La Princesa Leonor, durante otro momento del acto en la Academia de Zaragoza
Moda
La suerte de Leonor
En la entrega de sables, la Princesa de Asturias lució más bella que nunca sin adornos, peinados especiales ni maquillaje
Radiante, fuerte e impecable. La experiencia que la Princesa Leonor vive actualmente al entrar en la Academia Militar de Zaragoza cambiará para siempre su vida y su carácter. Luchar, compartir, arrastrarse por el barro en unas maniobras de campamento, subir vallas, correr campo a través aunque llueva y vivir la vida sencilla de los jóvenes cadetes, le favorece y la convertirá en una mujer sólida y potente.
Pero lo más curioso del caso es que nunca se ha visto a Leonor más bella que desde que está en la Academia. Para empezar está aún más en forma tras las sesiones deportivas y a campo a través a las que se somete en su formación militar. Además, sus larguísimas piernas son muy resultonas en pantalones. El color verde le favorece mucho y como es alta no se le echan en falta centímetros al ir con botas militares.

Su Alteza Real la Princesa de Asturias ha recibido el sable junto con sus compañeros
Qué gran suerte que un uniforme ideado inicialmente para los hombres y ahora utilizado por ella para su rol en las Fuerzas Armadas le vaya tan bien. No es frecuente que las jóvenes militares españolas, a menudo guapísimas, estén tan favorecidas con el equipo. Regalo divino ir embellecida al máximo al vestir de uniforme militar, al fin al cabo un atuendo de trabajo, sin necesitar adornos, peinados rebuscados, maquillaje, faldas ni tacones.

Su Alteza Real la Princesa de Asturias durante la ceremonia de entrega de sables