
La presidenta del Congreso Francina Armengol
Las 6 meteduras de pata protocolarias de los políticos en 2023
Errores y descuidos voluntarios de etiqueta que muestran una gran falta de consideración por los españoles y sus instituciones
Vestirse es un hecho cotidiano para el que estamos casi entrenados automáticamente según sea nuestra ocupación, físico, edad o cargo. Pero esto de la moda, que como hecho cambiante y cíclico nace en la Francia del siglo XVII, forma en la actualidad un código de identidad y de comunicación.
El atuendo se debe adaptar a las situaciones oficiales y los roles que se llevan a cabo, sobre todo en el mundo político. Por falta de conocimiento o - más a menudo- por falta de respeto y consideración, muchos políticos meten la pata a la hora de vestir en actos oficiales. Aquí van las 7 grandes afrentas a la etiqueta de los políticos españoles en 2023.
1. «El Cuerpo». En la toma de posesión de su nuevo cargo como ministro de Economía, Carlos Cuerpo perpetró la chulería de llevar zapatillas deportivas marrones con suela de goma con su traje azul/negro al salón del Palacio de la Zarzuela. Cuerpo, como su apellido indica, se debió encontrar divino y se sumó a dejar a S.M. Don Felipe solo ante el peligro rodeado de gañanes con los pantalones caídos en acordeón. A ver si cuando lleguen los Goya o algún acto similar, se pone «el Cuerpo» esmoquin y zapatos de cordones como ya hizo algún vicepresidente reciente. Una falta de respeto del nuevo ministro por aparecer como si fuese a tomar unas cañitas al bar de abajo con los amigos. El día que el protocolo cambie y se acuda al Congreso en traje de neopreno y aletas, entonces hablamos. Mientras, ajo y agua.

Luis Escriva, María Jesús Montero, Carlos Cuerpo Caballero and Pedro Sanchez junto al Rey

Armengol, en tirantes en el Congreso
3. Sánchez. Lo último del presidente del Gobierno fue la «mise en place» del instrumento musical mientras conversaba con el Rey Don Felipe tras el acto de apertura de las Cortes Generales. Hay tejemanejes que se deben quedar para casa o para el baño en caso de urgencia, porque no son adecuados ni delante del Rey ni delante de nadie. Sánchez mostró el respeto que Don Felipe le merece llevando a cabo maniobras orquestales delante de él. Llamativa muestra de confianza no otorgada y en público.

Sánchez
4. Óscar Puente. Las deportivas de Óscar Puente son recurrentes con traje en el Hemiciclo desde que intervino durante el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo el 26 de septiembre pasado. Se encontró definitivo y ahora no se las quita. Recuerdo que en un conocido restaurante madrileño, que ya no es lo que era, se ofrecía a los señores elegir una corbata al entrar si no la llevaban. Y me pregunto por qué hasta hace poco se podía impedir el paso a un joven en zapatillas deportivas en una discoteca elegante de París o Nueva York, pero el Protocolo del Congreso no prohíbe la entrada con ciertas normas de vestir mínimas.

Óscar Puente, en el Congreso
5. Isabel Rodríguez. La ministra de Vivienda y Agenda Urbana del nuevo Gobierno, hizo volver la cabeza a los presentes en la Jura de la Constitución de la princesa Leonor al aparecer cual Afrodita A, la compañera de doble misil delantero del personaje de comic Mazinger Z, con un atuendo excesivamente ceñido sobre el mostrador de la fruta, que para colmo llevaba unas exageradas hombreras siderales. Cada uno debe conocer su físico y Rodríguez debería haberse dejado el chaquetón encima o bien vestir algo más discreto. No es cuestión de ir fardando de poderío por el paseíllo.

Isabel Rodríguez
6. Arnau Ramírez. Las camisetas de güasa del diputado del PSC son ya un clásico para él. Acude al Congreso con el signo de un fantasma y la bandera LGTB, un «gaysper», y hace meses quitó de sus redes una foto semidesnudo. Lo último, presentarse en la recepción del Palacio Real tras la Jura de la Constitución de Leonor con una camiseta de calavera, listo para salir de fiesta de Halloween. Qué nivel.

Arnau Ramírez