MBMFW Y Custo partió la pana
El modisto catalán con su estilo neoyorquino ha traído de vuelta su histórica magia y ha «customizado» el traje de Chanel
Custo Barcelona ha recuperado este sábado su empuje, su poderío y sus prendas fetiche durante el desfile de la Semana de la Moda de Madrid, la MBMFW. Aquellas prendas por las que suspiraban las chicas de Manhattan y de Los Ángeles están de vuelta.
La colección ha brillado por muchos motivos y el primero ha sido la vuelta de sus famosos pantalones acampanados por abajo y ceñidos por arriba. En tejidos con lycra y en infinidad de dibujos y acabados, desde las tiras de lúrex hasta las lentejuelas o los apliques de neopreno, en negro, en colores claros, en estampados geométricos o en monotonos, sus magníficos pantalones lo han petado.
Otro de sus grandes éxitos ha sido recuperar piezas de todo tipo, enriqueciendo así su propuesta a varios tipos de público y estilos. Sus cazadoras y casacas, capas y abrigos, en tejidos técnicos, parcheados con materiales varios o simplemente en nylon o ante han vuelto con garbo.
Son esos básicos de la casa con los que las chicas de Manhattan se paseaban en invierno dando un twist a sus atuendos de sport o de vestir, daba igual.
Los vestidos en redecilla, lúrex, cuero, lycra o neopreno han hecho acto de presencia, siempre sexys pero deportivos, con botas para el invierno o ligeros para el entretiempo. Las sudaderas no han dejado de estar presentes, como lo que son, uno de los superventas de la casa desde siempre.
Para sorpresa de much@s y gran deleite general, Custo ha «customizado» el traje de chaqueta que hace décadas ideó Coco Chanel. La versión Customized del acolchado ha derrochado ligereza, buen corte, brillo y algo de irreverencia. Impecables piezas para el armario de muchas edades.
Si hace unos años en la Semana de la Moda de Madrid se presenciaban desfiles poco trabajados, colecciones ratoneras hechas con un mismo rollo de tela e improvisaciones de última hora, esta temporada parece que casi todas las apuestas son serias y rezuman el esfuerzo de los creadores y sus equipos. Y para muestra, el desfile de Custo, que ha partido la pana en este Madrid que tan bien le acoge.