Moda
Adiós a Claude Montana
El controvertido diseñador ha muerto en París tras años en el olvido
El verdadero impulsor de las hombreras exageradas combinadas con las cinturas de avispa, una moda por la que pierden muchas la cabeza en la actualidad, fue Claude Montana. Pero sus subidas y bajadas en el mundo de la moda, tan frecuentes y variables, no le permitieron consolidarse como quiso desde joven. El diseñador, ha muerto en París este viernes pasado, la misma ciudad que le vio nacer en 1947.
Delgado, con una cabellera entre naranja y marrón, vestido siempre con pantalón y chaqueta de cuero y botas texanas, Claude nació en el seno de una familia acomodada, de madre alemana y padre francés de origen catalán, su éxito estuvo entre los años 70 y 80, ya que en los 90 tuvo la oportunidad de convertirse en director creativo de Lanvin.
Claude había comenzado sus andanzas entre bastidores haciendo de extra en la ópera de París. «De extra..», pensaban sus padres con desazón. Atraído por la movida londinense de fines de los 60 cruzó el Canal de la Mancha para buscar novedades y cortar un poco la relación con su familia, menos con su hermana menor, Jacqueline, que siempre le acompañó como asistente.
En Londres, Claude dejó crecer su extraño bigote de la época y se dedicó a hacer joyas en papier mâché que llamaron la atención pero no le permitieron salir adelante. De vuelta en París, comienza en la moda trabajando con una marca especialista en cuero, materia prima que desde entonces se convirtió en su base de trabajo. En 1979 monta su propia marca, que atravesará altos y bajos hasta su cierre en 1997. Había financiado parcialmente sus proyectos con sus perfumes y con sus éxitos en las colecciones masculinas de cuero.
Homosexual declarado, contrajo matrimonio con su modelo favorita y gran amiga, Wallis Franken, que se suicidó en extrañas circunstancias tirándose por la ventana de su piso antes de que Claude cerrase su casa de modas. Según sus propias palabras, había contraído matrimonio con ella para no perder a su importante clientela hetero. Un episodio de una paliza recibida por Claude en su propia casa a manos de un bailarín de discoteca le dejó grandes secuelas y fue conocido públicamente, con repercusiones negativas para su imagen. El atacante comenzó entonces un proceso legal contra Montana, al que acusaba de haberle transmitido la peligrosa hepatitis B.
Montana inspiró con sus líneas duras y angulosas, bien diseñadas y ejecutadas con buenos materiales, a muchos creadores posteriores, si bien la moda minimalista y adaptable al cuerpo de los 90, le dejó fuera de juego. Poco afortunado, en los últimos años confesaba que echaba de menos la moda, una moda para la que se consideraba ya antiguo: «Me han olvidado», decía. Pero dejamos costar que entre sus éxitos y fracasos, Montana fue un creador motivado, original, novedoso, exigente y avanzado. Quizás demasiado para su tiempo.