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La Reina María Antonieta, en un retrato de la época

Moda

Las plumas de Marie Antoinette

La Reina francesa estableció modas que duraron siglo y medio

Vivaz, entretenida y atrevida, la Princesa Maria Antoinette de Habsburgo cruzó la frontera para llegar a Francia a los 15 años. Llegaba para casarse con el futuro Rey Luis XVI, entonces delfín de Francia, y sus futuros súbditos le hicieron cambiar su ropa de estilo austriaco por otra más afrancesada en la misma frontera. Nadie podía anticipar que con el tiempo la joven se convertiría en una verdadera influencer global, sobre todo en cuanto a moda, belleza y decoración. Y París, ahora en plenas Olimpiadas, también en la ciudad más influyente del mundo en los mismos campos. Veamos.

Maria Antonieta no era especialmente guapa: pelirroja, nariguda y sin barbilla, tenía, eso si, un buen tipo y una estatura que, entorno al metro cincuentayocho, se podría considerar elevada para la época. Pronto se rodeó de una divertida corte de extranjer@s que la acompañaban en sus juegos de mesa, jardín y fiestas en el Petit Trianon de Versalles. Rose Bertin, su modista, fue la primera casa de modas como tal, y ganó clientela local y extranjera por obtener el favor de la influyente Marie Antoinette.

Su peluquero, Léonard Autié, se hizo famoso por crear el «pouf» de su peluca, una montaña crepada y altísima cubierta de polvos de talco o arroz. Pronto, toda la corte la imitó y las pelucas se convirtieron en toda una declaración de intenciones y de rango. Entre otros detalles, la reina añadía perlas, pedrería y bordados; incluso llegó a instalar un barco en miniatura entre el oleaje de su peluca. Todo un show.

Alrededor de 1775, Maria Antonieta puso de moda utilizar como decoración capilar las plumas, de avestruz principalmente. Aumentaban aún más la altura de su peluca y rápidamente se pusieron de moda en otras cortes. Las damas de la corte en palacio intentaban evitar la visita de los comerciantes extranjeros a la reina, ya que ella caía en la trampa de adquirir las más curiosas novedades de toda procedencia y excentricidad.

Las tullerías

'Las tullerías,, 20 de junio de 1792', cuyo autor se desconoce

Su afición a las plumas de avestruz como tocado fue tal que consolidó la moda durante 160 años. Al comenzar a utilizarlas, la duquesa de Devonshire, amiga suya, las puso de moda en el Reino Unido. Y de moda siguieron hasta 1939. Por lo tanto, una chaladura de la austriaca duró en apogeo más de siglo y medio y la mismísima Coco Chanel llegó a venderlas y utilizarlas en los años 20. Desde la Segunda Guerra Mundial han aparecido aquí y allá en alguna boda regia, en alguna gala europea y en algún guardarropa muy señalado, pero nunca han vuelto a proliferar. Puede que los enormes dispendios de la austríaca y su trágico final hayan marcado este accesorio tan suyo para siempre. Continuará.

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