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Casa Ricardo

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Casa Ricardo, vocación 'croquetera' en Sevilla

Puedo asegurar que, después de las de mi madre, son las mejores croquetas que he comido en mi vida. Con eso está dicho todo

Sevilla me vuelve loco. Es una ciudad en la que da gusto perderse y dejarse llevar por los caminos del sol y de la luz hacia sus rincones más bellos. El olor a azahar forma parte de la esencia de Sevilla. En cada esquina, un homenaje al sabor en los distintos templos del buen comer y buen beber que tanto gustan a los sevillanos. No hay nada más grande que pasarte la mañana o la tarde callejeando bares y tabernas, de caña en caña, de fino en fino, de copa en copa, de tapa en tapa, hasta caer rendido por ese maravilloso ajetreo gastronómico-festivo que no quieres que se acabe nunca. Un maestro de la vida y de la radio, el maestro Araújo, junto a mis colegas queridos de Cope Sevilla, Oliva, Ocaña, Escalera, Victor, Almansa, Prieto, Poli Rincón, me llevaron una tarde al barrio de san Lorenzo para conocer uno de esos templos únicos del más puro sabor cofrade y sevillano. Habíamos caminado desde hotel Colón a la Macarena, para rendir pleitesía a la Reina del fervor sevillano, y Casa Ricardo fue el lugar elegido para darle al cuerpo lo que es del cuerpo y al paladar lo que es del paladar. Siempre le estaré agradecido a mis amigos radiofónicos del alma por descubrirme uno de esos lugares a los que volveré, indefectiblemente, siempre que vuelva a Sevilla.

Pepe Domingo Castaño en El Debate

Pepe Domingo Castaño en El Debate

Lo primero que admiras de Casa Ricardo es el espectáculo del local, que rezuma Semana Santa sevillana por los cuatro costados, con dedicación especial al Jesús de Gran Poder, que está por todas partes. Luego, llega la hora de la verdad, aparecen las croquetas, ese lujo indescriptible de jamón y bacalao, que han alcanzado renombre mundial y han convertido a Casa Ricardo en lugar de peregrinación gastronómica inevitable para quien visite Sevilla con vocación croquetera. Puedo asegurar que, después de las de mi madre, son las mejores croquetas que he comido en mi vida. Con eso está dicho todo.

Luego, puedes añadir al menú una fantástica pringá, o una buena ensaladilla, o unas riquísimas albóndigas de cordero, o las pavías de bacalao auténticas de verdad, o el atún con gulas especialidad de la casa, o sus famosas caballitas en aceite que están de vicio… Todo es puro y sabroso en Casa Ricardo, hasta la especialísima manera de «cantar» la carta por parte de un personal atento y alegre, que es una de las señas de identidad de este local. Dicen las buenas lenguas del lugar que, a veces y en días muy señalados, se forman largas colas ante la puerta de Casa Ricardo, para ser los primeros en probar sus famosas croquetas. Ya sabes a dónde tienes que ir sí o sí cuando vayas a Sevilla, al barrio de san Lorenzo, a Casa Ricardo, donde comer y disfrutar van de la mano de las que son, posiblemente, las mejores croquetas del mundo. Palabra de ARAÚJO, ¡¡¡palabra de maestro!!!

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