El Chef Judicial
Sublimotion, el restaurante del siglo XXII
La acción de experimentar los efectos de una espectacular performance gastronómica
Llegamos al final de nuestro viaje gastronómico por las costas de España en un destino final mágico, inigualable, único en el mundo, en Ibiza, el restaurante más exclusivo e innovador que podrán encontrar en el planeta. Un restaurante que no es de este siglo y nos transporta a un mundo futurista, homenaje al placer de los sentidos, la vanguardia por excelencia y un cúmulo de sensaciones en una experiencia irrepetible e inolvidable que sobre una mesa nos llevará a visitar distintos lugares del planeta. Tecnología, espectáculo y una extraordinaria belleza.
Una mesa para doce comensales que se encontrarán en una jaima del desierto, en la que podrán degustar los primeros entrantes para después entrar en Sublimotion que significa la capacidad para potenciar la sensación de placer. La acción de experimentar los efectos de una espectacular performance gastronómica. La innovación sensorial para crear un nuevo arte escénico en el que descenderán botellas de Pierre Jouet desde el cielo mientras sobre nuestra mesa aparecerá un caviar delicioso, uno de los mejores que puedan probar sobre una mesa. Acompañado de una gelatina con toque ahumado es un auténtico deleite que enamora al gusto. Porque Sublimotion es placer, una oda a los sentidos que nace de la unión de algunos de los mejores maestros de la gastronomía. Paco Roncero, Elena Arzak, Diego Guerrero, Dani García pintan sobre un lienzo del futuro una obra de arte. Sorpresa, música, magia y excelente producto en un show inmersivo.
En segundos las luces se apagarán y comenzaremos a ver cómo sobre nuestra mesa se extienden redes de captura, nos sumergiremos en un espectáculo de luces en el fondo marino y bucearemos en las profundidades de aguas salinas para encontrar auténticos manjares. Los secretos del mar aparecerán y veremos descender sobre nuestra mesa un sensacional tartar de atún rojo de magnífica calidad acompañado de una deliciosa ortiguilla de mar.
El espectáculo de inmersión hará que nos desplacemos por el restaurante para divisar una escena del futuro, un singular «Caleido» cuya belleza estética solo es comparable a su excepcional sabor. Un plato que constituye un placer para los sentidos compuesta de un magnífico bogavante nacional con crema de esencia de bogavante, aceite de arbequina, tomate rosa y un crujiente de remolacha para crear una atmósfera de un planeta distinto, llevándonos a una galaxia muy lejana de la que nos enamoraremos perdidamente en un pase que no querremos que termine. El maravilloso bogavante y el espectacular atún rojo culminan con delicias de sake para acercarnos a Japón.
Sublimotion es la vanguardia de la alta cocina y presentándonos el futuro nos acerca a la primera comida que podrán disfrutar en el metaverso. Un recorrido por un safari africano, un vuelo sobre glaciares y una vertiginosa aventura surcando las olas sobre una tabla de surf a través de unas gafas virtuales que les llevarán a un viaje al final del cual descubrirán un bocado refrescante en forma de chupa chups que alcanzarán directamente desde el metaverso para degustarlo en su boca. Desde el metaverso hasta el huerto con la genial maestra de ceremonias Gabrielle Gil-Delgado cuya magnífica voz les encandilará en perfectas interpretaciones durante la cena y les llevará a una merienda con verduras de primera calidad con originales presentaciones. Entre las verduras una singular cereza con sabor a foie que conquistará el alma.
En Sublimotion nos adentramos en el único restaurante en el que podrán viajar a otros países en diferentes momentos de la velada. En segundos su mesa se convertirá en un avión con azafatas que les entregarán sus tarjetas de embarque y en un vuelo de felicidad, les servirán un caldo templado de crustáceos, crema de cebolleta asada con ostras salteadas y espuma caliente de coliflor.
Un delicioso mero a la brasa con mantequilla blanca de cítricos y anisados acompañados de crema de coliflor con toques marinos con una armonía de hermosos encurtidos, les acercará al misterioso destino de su viaje. Las aerolíneas Sublimotion aterrizarán suavemente y el ritmo y la alegría les inundará su cuerpo al descubrir la samba brasileña. Acaban de llegar a Río de Janeiro donde probarán bocados de esa tierra maravillosa en diferentes puestos que les llevarán a abandonar la mesa para degustar, sabrosos tacos y un genial «ceviche de kalamansi» con cebolla y quisquillas mientras brindan con una caipirinha que elevará la alegría de su cuerpo e inundará de sonrisas sorpresivas a cada comensal. Volver a ser niño y soñar sin límite, eso es Sublimotion.
La magia de Sublimotion continúa en una singular bandeja de ruedas dirigida por una mujer a la que no podrán ver su cara y en la que solo podrán apreciar el elegante caminar de unos tacones mientras se preguntan como es posible que aquella bandeja se acerque a su mesa con un magnífico Tarsus de Ribera del Duero. Vino con intenso color rojo con borde violáceo, en el que dominan aromas a fruta roja con tostados y notas florales, madurado en barrica de roble para mostrarnos un magnífico ribera en boca elegante y con tonos afrutados.
La inquietante mesa dirigida por aquellos sensuales tacones nos acerca a un vertiginoso viaje al infierno más dulce. En un ambiente de tonos rojizos donde el fuego y el humo comenzarán a rodearles, caerán rendidos en la más irresistible de las tentaciones. Palabras mayores para la carrillera recubierta de cacao. Excepcional calidad de la carne e insuperable salsa de cacao que les llevará a un placer infinito cuando sientan su aroma y les devolverá al cielo al probar la intensidad del sabor de cacao. La presentación del plato es la quintaesencia de la belleza y del misterio más tentador.
La oda de Sublimotion a los postres vendrá de la mano de un divertido baile de los anfitriones que irán dejando caer sobre la mesa creaciones estéticas singulares, macarons, helados de chocolate blanco, bocados de merengue y una espectacular tarta de yuzu que les encandilará. Los ritmos de las noches ibicencas poblarán su velada con magníficos cócteles y comprenderán que acaban de tener la velada en un restaurante que no pertenece a este siglo, una experiencia gastronómica sublime cargada de sensualidad y belleza que por mucho que puede describirles no podrán imaginar hasta que lo comprueben en persona, en la velada más inolvidable.