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tacos lagarto

El árabe de lagarto ibérico marinado con hierbas aromáticas en tortilla de trigo, salsa chipotle y cebolla asada

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Iztac, leyenda del imperio azteca

Una de las mejores propuestas mejicanas de la capital

En el número 4 de la Plaza de República Ecuador hallaremos un espacio gastronómico que recibe su nombre de la leyenda de los amantes Iztaccíhuatl y Popocatépetl. Una historia de amor ambientada en el esplendor del Imperio Azteca que relata la tragedia de estos dos enamorados. Hoy les contaremos una leyenda, una tragedia de amor, un recorrido gastronómico desde el noroeste en baja California hasta el sureste en Quintana Roo. Un restaurante que plasma 32 estados sintetizando las opciones culinarias de la gastronomía mejicana. Una propuesta de los sabores más auténticos de la mano del chef Juan Antonio Matías en un viaje apasionante.

La leyenda comienza con la lucha de Popocatépetl un joven guerrero que parte del valle de Méjico dominado por los Aztecas para liderar a su pueblo en la batalla con la promesa de tomar la mano de Iztaccíhuatl la hija del cacique si regresaba victorioso.

torreznos totopos

Crujientes torreznos y picos de gallo

Aquel valle de tradiciones culinarias que en Iztac se recrean con un magnífico guacamole de molcajete servido con aguacate machacado, culminando en crujientes torreznos y picos de gallo y servidos con totopos de maíz. Excelente entrante que se combinará con el aguachile de gambas con recado negro cocinado con técnicas sinaloenses que maceran las gambas con zumo de lima para terminar en gustos yucatecos de pepino, cebolla roja, rabanito y aguacate.

La pureza de sabores en una amplia carta destacará en los primeros envites por el «Mochomo norteño» creado sobre ternera desmechada crujiente con salsa borracha compuesta de tomatillo, chiles secos y mezcal, servido con nopales asados y tortillas de maíz, o por el sabrosísimo pulpo rasurado de finas láminas bañadas en zumo de lima y salsas negras, con cebolla roja y chile habanero para regalar toques picantes y ser degustado con tostadas y aguacate.

guacamole

Guacamole de molcajete servido con aguacate machacado

Durante la batalla el valiente e intrépido Popocatépetl mientras soñaba con el amor de su amada, conseguiría fuerzas con las recetas de los magníficos tacos de Iztac aglutinando en su carta desde El árabe de lagarto ibérico marinado con hierbas aromáticas en tortilla de trigo, salsa chipotle y cebolla asada, el de Jaiba desnuda de cangrejo de concha suave rebotado en tortilla de maíz con perejil frito habanero o el de Chicharrón de arrachera servido en cazuela con aguacate machacado, salsa de chile morita, nopalitos y tortillas de maíz armando los tacos en la mesa. Sabores atrevidos que regaremos con la excitante cerveza michelada elaborada con Negra Modelo, rodeada por sal y salsa mejicana con notas de mezcal que dan un frescor apasionante.

En el valle azteca cuando el joven guerrero luchaba, su rival celoso del amor que ambos amantes se profesaban, confesó a Iztaccíhuatl que su amado había muerto durante el combate. Abatida por la tristeza y desconociendo que aquello era mentira, Iztaccíhuatl murió. El funeral de la princesa azteca honró su memoria, congregando al pueblo azteca en un homenaje servido con creaciones culinarias de Iztac como los camarones y chopitos petroleros a base de gambas y chopitos flambeados al tequila en salsa de tinta de calamar y queso holandés, el mole oaxaqueño con notas de suavidad y sabores acompasados sobre la lubina cocinada a la brasa acompañada de setas salteadas. Calidad de producto y esmero en la cocina para sacar su máximo sabor.

mole poblano pato iztac

Mole oaxaqueño con notas de suavidad y sabores acompasados

Al regresar victorioso el guerrero azteca y conocer la noticia cargó el cuerpo de su enamorada hasta la cima. Una vez allí, el joven lo recostó sobre el suelo y le dio un beso recordando las noches en el valle azteca que disfrutaba con su amada en banquetes infinitos en los que se servían los «almendrados huastecos» compuestos de mole de chiles secos, especias y almendras servidas con pechuga de pato y puré de boniato, el molcajete norteño con arrachera de ternera cocinada a las brasas, nopales, queso a la plancha, chorizo y cebolla asada o el inolvidable estofado tabasqueño, pura adicción que en Iztac alcanza el cielo al cocinar el rabo de toro a la baja temperatura en adobo de chile ancho y especias de tabasco sobre puré de papas.

De la mano del chef Juan Antonio Matías descubriremos esta cocina de marcado carácter con propuestas y combinaciones creativas que encandilan mientras observamos la belleza interiorista del local con los lienzos del artista Gabriel Moreno recreando la leyenda azteca que encumbra en la historia nuestra tragedia por amor. Nos apasionaremos con las enchiladas de mole poblano, cuyo origen se debe a las monjas carmelitas y su receta se recrea en Iztac con suma maestría.

margarita iztac

Margarita

Plato imprescindible que nos descubre el emblemático mole poblano con notas de chocolate bañando las tortillas de maíz rellenas de pato confitado aderezadas con nata y queso fresco. Será en ese momento cuando descubramos que nuestro valiente guerrero se arrodilló con una antorcha en la mano junto a su amada en un sueño eterno creando dos grandes volcanes.

tartaleta de cajeta

Tartaleta de cajeta

Seducidos por la magia de postres como el volcán de chocolate o la tartaleta de cajeta entenderemos que cada vez que Popocatépetl se acuerda de Iztaccíhuatl el volcán arroja cenizas en un símil a la pasión eterna de su antorcha echando humo. Será entonces cuando nos quedemos atrapados en Iztac sin duda una de las mejores propuestas mejicanas de la capital.

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