Fundado en 1910
Casa Urola

La nobleza del producto se enriquece con aromas y sabores de la parrilla de carbón vegetal

Chef Judicial

El restaurante con la mejor cocina tradicional vasca

Apuesta por los fogones para mimar con el toque exacto que permite disfrutar de las delicias de mar en su punto más álgido de calidad

Un lema icónico desde 1956 en palabras de su fundador, el «aita» Barandiaran, «porque fueron somos y porque somos serán» para hacer las delicias gastronómicas de una de las ciudades más bellas de España. Casa Urola histórico restaurante ubicado en la parte vieja de San Sebastián, fundado en 1956 rindiendo pleitesía a un producto de excepcional calidad.

Cocina tradicional erigiendo a la materia prima en un estandarte culinario para potenciar las brasas y esa apuesta por los fogones en los que el producto se mima con el toque exacto que permite disfrutar de las delicias de mar en su punto más álgido de calidad. En el número 20 de la calle Fermín Calbeton, con una zona de pinchos abajo y un restaurante arriba que se convierte en el escenario perfecto en el que el chef Pablo Loureiro despliega su magia. Tras sus inicios en Rodil y su paso por Brank, otro de los referentes de la gastronomía guipuzcoana, Loureiro desarrolla una cocina tradicional vasca renovada, en la que la nobleza del producto se enriquece con aromas y sabores de la parrilla de carbón vegetal, seña de identidad de la casa y punto de salida del disfrute.

El premio Euskadi de Gastronomía al mejor restaurador en 2019 nos presenta entrantes llenos de elegancia con una ensalada de bogavante reinando sobre su coral y acompañado de vinagreta y mahonesa de ajetes. Despliegue de sencillez con clase para la suavidad de un foie mi cuit escoltado por compota de albaricoque deslizándolos sobre todas crujientes. Clásicos de las tierras guipuzcoanas con unos deliciosos pimientos de piquillo confitados, mostrando la pureza de la huerta con unas notas de dulzura.

Guiños al cantábrico para servir unas superlativas anchoas que cubren una magnífica ventresca de bonito con «morrones» asados y atrevidos matices picantes de guindilla. Clásicos de toda la vida para enamorarse de Donosti con el txangurro, cerrando los ojos y disfrutando en el gusto las riquezas marinas. Imprescindibles las ostras atemperadas sobre lasca de papada ibérica con puré de coliflor, caldo de cigalas y aceite de piel de limón. Entrantes que maridaremos con las sensacionales burbujas de un Jacques Seolosse Initial como emblema de un champagne de la variedad de chardonnay.

Los mariscos en Casa Urola hacen honor a la leyenda gastronómica del País Vasco, cocina sencilla para una almeja fina en salsa verde que nos hará deleitarnos tanto con la finura de la almeja como con la salsa, o en su versión a la sartén sin más aderezos para impregnar de salinidad nuestro gusto. La plancha se convierte en la alfombra perfecta para una gamba blanca que se sirve en su punto exacto, materia prima de tronío que culmina en un impresionante bogavante del cantábrico a la parrilla.

Bogavante

Bogavante del cantábrico a la parrilla

Suprema calidad en sus texturas para un producto fresco que se cocina con las brasas de carbón vegetal, suministrándole leves caricias de fuego, enalteciendo una auténtica joya del Cantábrico que engalana con maestría la parrilla vasca. Los primeros guiños marinos continúan con la pura tradición vasca a través de los lomos de merluza con almejas o los tacos de merluza rebozados con morrones asados. Imprescindibles las kokotxas de merluza, regalando melosidad y suavidad en cada uno de sus bocados. Preludios de deseo que preparan al paladar para las inolvidables piezas que guardan las redes de Casa Urola.

Amplia bodega la de Casa Urola, con referencias francesas, joyas de Ribera y Rioja que nos lleva a decantarnos por una joya Castillo de Ygay Gran Reserva especial. De las bodegas de Marqués de Murrieta para aunar elegancia, exclusividad y eternidad. Con 100 puntos en la escala Parker entra directamente en el olimpo de los mejores vinos blancos secos. Muestras de fruta con piña asada, manzanas secas, toques cítricos unidos a notas florales y de almendra.

besugo

Besugo de tronío

En boca cremosidad con maravillosa acidez y con un final nítido y mineral, de la variedad de viura con veintiún años en barricas de roble para encumbrar una joya inolvidable que eleva al infinito la selección de capturas que la cocina del chef Loureiro cuida con esmero. Maridaje perfecto para tesoros que impresionan por su tamaño y por su excepcional calidad.

Estupendo lenguado a la plancha, magnífico rape negro en lomos cuya textura embelesará al comensal, besugo de tronío y sobre todos ellos reinando de manera majestuosa, el más mítico de Casa Urola, un excepcional rodaballo salvaje como culto a la jugosidad, la perfección en su textura, impecables abrazos de fuego para agasajar al comensal con una materia que revela la riqueza de las aguas cántabras. Pase superlativo con el que el chef ondea la mejor bandera de la leyenda de la parrilla vasca.

txangurro

Txangurro, el gusto por las riquezas marinas

Rincón para los amantes de la carne que en Casa Urola se cocina también con maestría destacando el pichón «Mont Royal» en dos cocciones con paté de sus interiores, el steak tartar de solomillo al corte o la chuleta de vaca «Premium» a la parrilla para los comensales con buen apetito y ganas de disfrutar de las míticas carnes de Tolosa. Tradición e historia para quienes busquen un homenaje culinario en pleno casco viejo de la bella Donosti. Un epílogo de dulzura con las torrijas caramelizadas a la antigua con helado de café o con el atrevimiento del chocolate con helado de yogur y salsa de jengibre. Casa Urola continúa enarbolando esa cocina tradicional, con un precio medio en torno a setenta euros por persona, que desde 1956 lleva representando esa cocina vasca de toda la vida destinada a hacer disfrutar a los amantes del buen comer.

Calle Fermin Calbeton, 20 (San Sebastián)

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