Viajes
Los tres destinos españoles más hostiles para viajar, según la prensa británica
La final de la Eurocopa coincide con las recomendaciones de viaje de los medios ingleses tras a las últimas acciones contra turistas en Barcelona
Tensión en el campo de futbol entre españoles e ingleses y también fuera de él. El destino ha querido que las selecciones de ambos países se enfrenten en la final de la Eurocopa en la misma semana que la prensa inglesa da advertencias a sus lectores sobre los enclaves del Viejo Continente más hostiles, aquellos donde más posibilidades tienen de ser increpados o rociados con el agua de pistolas de plástico por el mero hecho de ser turistas.
Los incidentes del pasado fin de semana en Barcelona han puesto de nuevo sobre la mesa un tema complejo y de mucho calado precisamente a comienzos de las vacaciones de verano, cuando miles de británicos están haciendo las maletas para dejar su tierra. Este año no ha hecho falta que la prensa más sensacionalista del país recurra a sus ya clásicas descalificaciones sobre los peligros de viajar a España, destino preferido de los británicos, como las estafas en los bares o la falta de agua potable. Este año, algunas imágenes hablan por sí solas.
Aunque la manifestación contra el turismo del pasado fin de semana en Barcelona fue muy minoritaria, las fotografías y videos de actitudes abiertamente hostiles contra los visitantes que trataban de disfrutar tranquilamente de comidas familiares o en pareja han dado la vuelta al mundo. Tampoco ha ayudado a calmar los ánimos, señalan algunos medios, la falta de contundencia contra esas actitudes por parte de unas autoridades locales con credenciales que parecen alimentar la turismofobia desde los tiempos de Ada Colau.
La prensa internacional ha tomado nota. Mientras Al Jazeera se pregunta «¿por qué atacan a los turistas en Barcelona?», The New York Times se hace eco de la futura prohibición de la vivienda turística en la ciudad, la prensa inglesa insiste en la «escalada» de las proclamas de los manifestantes, con alusiones macabras al «balconing», práctica que invitan a practicar o directamente al «You are not welcome». Naturalmente, se hacen amplio eco de los disparos de agua con pistolas o el precinto simbólico de bares, terrazas y puertas de hoteles.
Así las cosas, The Telegraph, cuya sección de viajes es una de las más influyentes y leídas, ha recurrido al enfoque pragmático que caracteriza a los británicos y se ha formulado la siguiente pregunta: ¿Cómo es de hostil el lugar que ha elegido para sus vacaciones? Recurriendo a los baremos que utiliza en sus bien consideradas críticas hoteleras, ha elaborado una especie de ranking con puntuaciones de 0 a 10.
Pese a los recientes acontecimientos de Barcelona, encabeza la lista la isla de Mallorca, con un «grado de hostilidad» de 8 sobre 10. El rotativo repasa las nutridas manifestaciones anti turismo que han tenido lugar en la isla, así como algunos incidentes concretos ocurridos en algunas localidades y menciona expresamente la playa de St Rapita y la Cala des Moro, a las afueras de Santanyi. Es fácil imaginarse a los lectores ingleses comprobando si su hotel está próximo a estos enclaves turísticos. Menciona también algunos incidentes en Ibiza y el pueblo de Binibeca Vell, la «Mykonos de España», donde los vecinos encadenaron sus calles para impedir la entrada de visitantes. La prensa inglesa también se ha hecho eco de la manifestación anti turismo convocada en Palma de Mallorca para el próximo 21 de julio.
Barcelona ocupa la segunda posición de la lista de The Telegraph, con una puntuación de 7 sobre 10 en este peculiar baremo de «hostilidad contra el turista británico». El diario señala que Barcelona lleva muchos años atacando a los turistas y al turismo. Recuerda que en 2017, unos enmascarados atacaron un autobús turístico, pincharon las ruedas y pintaron grafiti. «Barcelona es uno de los lugares más hostiles para visitar como turista en temporada alta», concluye The Telegraph.
En tercera posición del ranking, con un 7 sobre 10, se encuentra Ámsterdam, si bien, la consideración es muy diferente respecto a los anteriores destinos. Señala que en este caso, el sentimiento anti turístico no proviene de los ciudadanos sino de las propias autoridades municipales y tienen como blanco desalentar a los británicos que acuden a la ciudad holandesa a despedidas de soltero o de fiesta, para desalentar conductas inapropiadas. Las multas a los comportamiento incívicos son considerables y forman parte de un amplio programa de medidas para limitar el turismo de masas en una de las ciudades con más presión de visitantes extranjeros.
Venecia aparece en cuarta posición. Recuerda The Telegraph que la capital del Véneto ha aprobado recientemente el cobro de una tasa turística de 5 euros al día y que las manifestaciones son recurrentes. Sin embargo, ve poco probable hostilidad directa y abierta para los turísticas británicos, aunque hay que tener en cuenta que Venecia se ha convertido en paradigma de la ciudad con excesos turísticos y se muestra en cierto modo comprensivo «con unos lugareños que quieran asegurarse de que sus pocos reductos de paz y tranquilidad sigan siéndolo». Sorprende en cierto modo una empatía de la que no goza ningún destino español.
Otra ciudad costera, Split, aparece en la lista por haber tomado medidas contra el comportamiento antisocial de los turistas, tras el aumento de disturbios el pasado verano. The Telegraph señala que los visitantes de esta ciudad croata verán carteles con multas de 300 euros por orinar en espacios públicos o subirse a monumentos.
Tenerife, con un 5 sobre 10 en hostilidad, figura también en la lista y es, curiosamente, una de las islas preferidas por los británicos. Se hace hecho de las recientes manifestaciones y de la repercusión del modelo turístico en la vida de las islas Canarias en general, en aspectos como la escasez de agua, el precio de la vivienda o el deterioro de los espacios naturales. «A diferencia de Barcelona y Mallorca, las autoridades canarias han insistido en que no están contra el turismo», afirma.
Llama la atención que un destino como Benidorm, que recibió en 2023, 832.115 ciudadanos británicos, no figure en la lista ni su nombre haya salido estos días en la prensa sensacionalista. Es previsible que, en el destino español preferido por los turistas británicos, muchos sigan hoy la final de la Champions en alguno de los muchos bares, pubs y hoteles.
¿Cabe esperar incidentes? Con una población que depende en muy alta medida del turismo, la prensa inglesa recordó recientemente que hay todo un «plan para proteger su principal industria y evitar las protestas». Su alcalde, el popular Toni Pérez, declaró que la localidad está construyendo 91 «viviendas sociales», o asequibles, y que tenía 600 más en proyecto. En comparación con otros destinos, Benidorm tiene la ventaja de que dispone de una muy extensa planta hotelera y por tanto la vivienda para estancias vacaciones de corta duración es más limitada.
Paradójicamente, en su día, fue la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la que estableció una moratoria para abrir hoteles en la ciudad, lo que en cierto modo, disparó la demanda de pisos turísticos y a la postre incrementó el preció de la vivienda para sus propios ciudadanos. Ahora, el ayuntamiento de Barcelona parece próximo a permitir de nuevo la apertura de hoteles. El final de este partido está por escribir, pero, por el momento, parece mucho más seguro para un inglés ver el enfrentamiento España-Inglaterra en una terraza en Benidorm que en Barcelona.