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Parque Nacional de Lençóis MaranhensesJulius Dadalti

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¿Desiertos inundados? Parajes sacados de otro mundo que son Patrimonio de la Humanidad

El Comité de Patrimonio de la Unesco ha declarado Patrimonio de la Humanidad trece nuevas localizaciones, entre las que se incluyen dos desiertos 'pasados por agua'

Parece que es casi imposible utilizar las palabras 'desierto' y 'agua' en la misma frase. Siempre que pensamos en un paraje desértico nuestra mente recrea imágenes de toneladas de arena, de montañas de dunas, quizás de algún que otro cactus, y de camellos. Pero no todos los desiertos son iguales.

En el mundo, existen dos desiertos que parecen salidos de una novela de ciencia ficción. Se trata de el Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses de Brasil y el Desierto de Badain Jaran en China, dos parajes extraordinarios en los que la fina arena del desierto esconde lagunas cristalinas que parecen playas paradisiacas y que recientemente han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses

El Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses es una de las maravillas naturales más impresionantes de Brasil, ubicado en el estado de Maranhão, en la región noreste del país. Este parque abarca aproximadamente 1.550 kilómetros cuadrados y es famoso por su paisaje único de dunas de arena blanca que se extienden hasta donde alcanza la vista, intercaladas con lagunas de agua dulce que se forman durante la temporada de lluvias.

Las dunas de arena, algunas de hasta 40 metros de altura, son el resultado de la acumulación de arena traída por los vientos desde las cercanas playas del océano Atlántico. Durante la temporada de lluvias, que va de enero a junio, el agua de lluvia queda atrapada en las depresiones entre las dunas, formando lagunas temporales que pueden alcanzar varios metros de profundidad. Las lagunas más conocidas incluyen la Laguna Azul y la Laguna Bonita.

A pesar de su aspecto desértico, el parque alberga una variedad de vida silvestre. Las lagunas atraen a diversas especies de aves, como flamencos y garzas. En el área también se encuentran pequeños mamíferos y reptiles adaptados a este entorno único.

Desierto de Badain Jaran

El Desierto de Badain Jaran es uno de los desiertos más impresionantes y menos conocidos de China, situado en la región autónoma de Mongolia interior, al noroeste del país. Cubre una extensión de aproximadamente 49.000 kilómetros cuadrados, lo que lo convierte en uno de los desiertos más grandes del mundo.

Este desierto es famoso por sus enormes dunas de arena, algunas de las cuales son las más altas del mundo, alcanzando alturas de hasta 500 metros. Estas dunas están formadas por arena fina y son el resultado de la acumulación de sedimentos transportados por el viento a lo largo de milenios. Pero, como ocurre con el anterior, a pesar de ser un desierto árido, el Badain Jaran alberga más de 100 lagos intermitentes y permanentes, conocidos localmente como «lagos de agua viva». Estos cuerpos de agua, que pueden variar en salinidad, se encuentran entre las dunas y están alimentados por fuentes subterráneas y la escasa precipitación de la región.

El desierto es también conocido por los extraños sonidos que emiten sus dunas, un fenómeno conocido como «canto de las dunas». Estos sonidos, que pueden ser similares a un zumbido o un rugido, son producidos por el movimiento de la arena, especialmente durante las tormentas de arena.

A pesar de las duras condiciones, al igual que el de Brasil, este lugar alberga una variedad de vida silvestre adaptada al entorno árido. Esto incluye algunas especies de plantas xerófitas y animales como camellos, zorros del desierto y algunas aves.