La cara norte de Frías está formada por las llamadas casas colgadas. De toba y madera, han aprovechado el reducido espacio que le brinda «La Muela», gran roca sobre la que se asienta la parte alta de la Ciudad, de tal manera que están construidas en los mismos extremos de la roca, pareciendo que forman parte del precipicio. Se adosan entre sí originando empinadas y empedradas calles con sabor medieval.