«El olivo es un ser vivo que se asocia a nuestra cultura y a nuestra evolución histórica. Martos, está rodeado de un extenso paisaje de campiña singular y único, en el que el olivo, árbol sagrado para muchas civilizaciones, es el protagonista». Así define la población de Martos, en Jaén, su conexión con el aceite.
El uso primordial del suelo de Martos es la agricultura, siendo 21.227 hectáreas la superficie del término municipal destinada al cultivo de olivar, en su inmensa mayoría de variedad Picual o marteña, ya que Martos ha sido situado como primer productor de aceite de oliva del mundo.
En pleno corazón de la campiña jiennense, en el término municipal de Martos, se encuentra el Cortijo El Madroño, una construcción que representa a los tradicionales cortijos andaluces y que, entre sus múltiples atractivos (casa, patios, salones de celebración, ermita, fuentes, dependencias agrícolas, almazara…) ofrece al visitante un espléndido Museo del Aceite.
Declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucia desde el año 1981 y hasta nuestros días, se ha convertido en su fiesta por antonomasia para homenajear a los hombres y mujeres que, generación tras generación, con dedicación y entrega, han cultivado este árbol. El día 8 de diciembre es el día grande, en torno al cual se programan actividades científicas, culturales, lúdicas, gastronómicas y deportivas.
La producción de aceite de oliva ha marcado no solo el paisaje de campiña y el esfuerzo de los olivareros en su trabajo, sino también la vida cotidiana y valores culturales de nuestras gentes, encontrándose muy presente en nuestra gastronomía, en el lenguaje popular, en nuestra literatura e incluso en la arquitectura.