La familia italiana que reina en el mar con Explora Journeys, uno de los cruceros más lujosos del mundo
Los magnates navieros Gianluigi y Rafaela Aponte siempre soñaron con redefinir el sector con embarcaciones en las que sentirse como en un yate privado
Sus caminos se cruzaron en el mar Tirreno durante una travesía rumbo a Capri, en la década de los 60. El italiano Gianluigi Aponte era el capitán y Rafaela Diamant Pinas, suiza de origen israelí, viajaba a bordo. Se casaron y juntos compraron un barco, con un préstamo de 200.000 dólares, en 1970. Lo usaron para transportar mercancías entre Europa y África. Ese mismo año fundaron MSC (Mediterranean Shipping Company) en Ginebra y crecieron comprando buques de segunda mano y centrándose en rutas con menos tráfico. Con el paso de los años, en 1988, vieron la oportunidad de negocio en el sector de los cruceros y lanzaron MSC Cruceros.
Gianluigi ejerce como presidente ejecutivo de la empresa y su hijo, Diego, como presidente. Rafaela forma parte del consejo de la Fundación MSC y es responsable de la decoración de los cruceros. La familia Aponte siempre soñó con crear una marca de lujo para redefinir el sector de los cruceros. ¿Y qué se entiende por lujo? No hacer cola en un restaurante, no pelear por una hamaca o no ver hordas de gente desembarcando rumbo a una excursión. En definitiva, un número más reducido de pasajeros, en un barco con grandes dimensiones, y un alto ratio de tripulación por pasajero. Tres claves que han tenido muy en cuenta a la hora de lanzar la marca Explora Journeys, que cuenta con los barcos Explora I y Explora II, diseñados para que uno se sienta como en un yate privado.
En el verano de 2023, hacía su primera travesía el Explora I, con 248 metros de eslora, 32 de manga y 56 de altura sobre la línea de flotación. A pesar de su gran tamaño, la capacidad máxima es de 900 pasajeros. El ratio de 1,25 anfitriones por cada huésped, garantiza una atención personalizada y continua disponibilidad. Tendrá un mayordomo a su servicio, para ofrecerle bebidas y cualquier tipo de servicio.
El crucero dispone de 461 suites, todas con vistas al mar, con una superficie media de 42 metros cuadrados. Curioso que disponen de prismáticos y libros de viaje o novelas. El primer día, frente al balcón, reciben con una botella de champagne y destaca el suelo calefactado en el cuarto de baño. Se embarca en régimen de todo incluido, aunque algunas bebidas premium se pagan aparte.
Las zonas comunes, que ocupan más de 6.000 metros cuadrados, abarcan tres piscinas exteriores y una piscina cubierta con techo de cristal retráctil, 64 camas balinesas y restaurantes y lounges junto a la piscina. El autocuidado, el bienestar y la relajación se materializa en Ocean Wellness: zona Spa, zona Beauty, zona Wellness y zona Fitness.
Tratamientos y actividades, que persiguen renovar una serie de aspectos como energía, sueño o relajación, para cuidar del estado mental del huésped para conseguir llegar a una paz y alineación mente-cuerpo.
El Explora I ofrece 11 experiencias culinarias únicas, seis restaurantes, 12 bares y salones interiores y exteriores. Entre esta oferta, destaca el restaurante Anthology (se paga aparte), con menú itinerante y siempre firmado por un chef con prestigio y fama internacional cuya experiencia esté galardonada con la estrella Michelin. Otra experiencia a destacar es el Chef Kitchen, una actividad inmersiva en la que los huéspedes conocen las cocinas a fondo además de los menús, la historia detrás de cada plato y los productos que se utilizan.
Otros de los restaurantes con más número de reservas es Sakura, especializado en cocina Japonesa, y con una decoración que entra por los ojos con grandes árboles de cerezos y mobiliario de madera minimalista. En File Rouge apuestan por la gastronomía francesa; Marble & Co., especializado en carne; y Med Yatch, con cocina mediterránea. Emporium Marketplace, tipo buffet, con propuestas diversas: sushi, marisco, ensaladas, parrilla de carne, pasta, pizzas, charcutería, quesería y barra de zumos.
Las experiencias culinarias se completan con Crema Café, donde tomar unos canapés o dulces, la Gelateria & Crêperie, con exquisito helado de cacahuete, y el Explora Lounge, con música en directo.
La decoración del crucero está mimada y muy pensada y ha sido la propia Rafaela Aponte la encargada de elegirla. Mármoles de Calacatta o el uso de marcas italianas como maison Frette, Molteni&C. A bordo, cuenta además con un casino, un teatro, club infantil y la primera boutique de Rolex en el mar, Cartier, Panerai y Piaget.
A día de hoy, la mayoría de huéspedes son de EE.UU. y ahora quieren conquistar también al cliente europeo.