Salud
Qué hacer si un niño se contagia de COVID-19: ¿ha de confinarse toda la familia? ¿Se puede pedir baja laboral?
La guía de actuación del Ministerio de Sanidad ante casos de coronavirus en centros escolares establece un confinamiento de diez días en casos de contacto estrecho
La vacunación anticovid en menores de 5 a 11 años avanza a buen ritmo en España, en palabras del presidente Pedro Sánchez. Sin embargo, antes de que comenzara la campaña el pasado 15 de diciembre, los menores de 12 años eran el grupo con mayor incidencia acumulada, según los datos del Ministerio de Sanidad.
Ante este aumento de los contagios, ¿qué hacer si el niño es positivo? La guía de actuación ante la aparición de casos de COVID-19 en centros educativos del Ministerio de Sanidad, de septiembre de 2021, establece que se indicará cuarentena en el domicilio cuando haya habido un contacto estrecho con otro positivo, durante los diez días posteriores a dicho contacto y en función del estado vacunal (que depende a su vez de la edad). Las personas cuya pauta de vacunación está completa o hayan pasado el COVID-19 en los últimos seis meses se encuentran exentas de confinarse.
Conciliación laboral y familiar
El Plan Mecuida establece una serie de medidas de conciliación excepcionales, aprobadas por el Gobierno en marzo del pasado año, y que han sido prorrogadas hasta el 28 de febrero de 2022. Estas ofrecen dos posibles soluciones para la conciliación laboral y familiar ante las situaciones derivadas de la pandemia: la adaptación de la jornada o su reducción hasta el 100 %. En caso de tener que cuidar de un menor contagiado, al amparo de este plan, se podría solicitar el teletrabajo, un cambio de turno o directamente la exención de acudir al trabajo.
Si el niño es positivo, la Seguridad Social cubre la baja del progenitor. De esta manera, si un padre o madre ha de guardar cuarentena obligada ante el contagio de su hijo, estará cubierto por la baja por accidente laboral, con la que podrá cobrar hasta el 75 % de su salario. En cambio, si el test es negativo, aunque tenga que ser confinado por contacto con un positivo (depende, de nuevo, de la pauta de vacunación), no se percibirá ninguna retribución.
Medidas de aislamiento
Lo ideal ante un caso positivo en el hogar es que todos los miembros de la familia se hagan una prueba diagnóstica, ya sea una PCR o un test de antígenos según proceda en cada caso, para asegurarse de que nadie más se ha contagiado. Si los padres del menor positivo dan negativo, nada les impediría ir a trabajar. Sin embargo, niños en edades tempranas no han de permanecer solos en una habitación aislados y, en general, los menores no deben quedarse solos en el domicilio familiar.
Desde Familia y Salud, la web de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, la recomendación es que el menor contagiado permanezca aislado en una habitación, y en caso de que por su edad no pueda estar solo por su propia seguridad, un cuidador, ya sea el padre o la madre u otra persona que no sea de riesgo, habría de confinarse con él.
Quique Bassat, epidemiólogo y coordinador del grupo de trabajo de la Asociación Española de Pediatría para la reapertura de la escolarización, afirma que si en caso de que el niño se contagie, se debe actuar como si cualquier otra persona del domicilio hubiese contraído la enfermedad. «Los niños son menos contagiosos que los adultos, pero siguen siendo contagiosos», afirma Bassat.
Según este epidemiólogo, es importante que el menor no entre en contacto con nadie, y menos con personas vulnerables. «Dependiendo de la edad, no se podrá hacer un aislamiento estricto. El niño puede dormir en su habitación, pero se entiende que las comidas las haga acompañado», explica el coordinador para la reapertura de la escolarización.
Las medidas de aislamiento domiciliario con niños deberían ser las siguientes:
- El niño y su cuidador deben permanecer en una habitación de uso individual, lo más alejada posible del resto de convivientes, y la puerta ha de permanecer cerrada en todo momento.
- En caso de que necesiten hacer uso de las zonas comunes de la casa deben llevar mascarilla y lavarse las manos al salir de la habitación y antes de volver a entrar en ella. De todas maneras, se aconseja que las personas confinadas circulen lo menos posible por el resto de la casa.
- Si es un lactante debe estar en su cuna o en el parque. Cuando se le coja en brazos el cuidador debe de usar una mascarilla. Hay que tener en cuenta también en estos casos que el virus elimina por las heces, por lo que es muy importante el lavado de manos después de cada cambio de pañal.
- La habitación ha de ser ventilada por lo menos cinco minutos al día, al igual que el resto de la casa, si bien no es bueno que haya corrientes forzadas de aire (sistemas de calor o refrigeración).En caso de que sea posible, el niño y su cuidador deben disponer de un cuarto de baño para uso propio.
- Si el hogar familiar solo cuenta con un baño, tendrá que ser desinfectado con lejía doméstica (disuelta en agua) tras cada uso que se haga de él.
- La habitación ha de contar con una papelera, donde se depositará toda la basura generada por el niño y el cuidador, para luego meterla en una segunda bolsa y dejarla en la puerta de la habitación.
Una segunda cuarentena
Los niños han de estar vigilados en todo momento ya que sobre todo a ciertas edades son más propensos a sufrir accidentes, porque no son conscientes del peligro. Por ello, la figura del cuidador resulta imprescindible.
Este encargado del bienestar del niño contagiado, una vez haya acabado su confinamiento, es considerado contacto estrecho, por lo que deberá guardar una segunda cuarentena. «Si empiezan el confinamiento juntos, lo acabarán juntos también», afirma Quique Bassat. No obstante, si el padre o la madre entra en contacto a los cinco días del periodo de aislamiento del niño, el contador se pone en marcha en ese momento, y tendrá que permanecer aislado otras cinco jornadas después de que el pequeño haya podido salir.