Directora de Adevida: «Lucharemos hasta que el derecho a la vida venza»

Cuando una mujer se queda embarazada, especialmente aquella que se encuentra en una situación de vulnerabilidad, y nadie de su entorno la apoya, su familia la abandona o su pareja le dice que no quiere que su hizo nazca, se ve presionada en muchas ocasiones y directamente advocada al aborto. Sin embargo, si en algo coinciden los que más contacto tienen con estas realidades es que cuando a esta mujer se le tiende una mano amiga, se le dice que todo va a salir bien y que va a tener todo lo que pueda necesitar, decide continuar con su gestación, aunque sea sola.

Si alguien duda que esto ocurra, puede preguntarle a Rosa Arregui, directora de la Asociación en Defensa de la Vida Humana (Adevida), en la que apoyan a embarazadas, cuyo origen se inspira en reconocimiento de que todo ser humano, desde el momento de la concepción tiene la dignidad y los derechos inherentes a las personas, amparados por una ley moral objetiva superior e independiente del arbitrio, aunque no por la ley positiva.

–Ha llegado el día de la Marcha por la Vida. ¿Qué cabe esperar que pase en esta jornada?

–La sociedad está muy machada por la situación a la que hemos llegado después de la pandemia, tras la invasión de Ucrania, la crisis económica… La gente está muy desanimada y parece que si sale a la calle a protestar por algo debe ser por lo económico. Esperamos que haya mucha gente que se de cuenta de que lo mas importante es defender la vida: la del no nacido, la de las personas que están en una situación extrema, que están necesitadas de apoyo. Defender la vida, que es el primer derecho en el que se basan todos los demás.

Los últimos que acosan a las mujeres son los provida, al revés, las liberamos de muchas de las presiones que tienenRosa Arregui

–La reforma del Código Penal que castiga con penas de cárcel de entre tres meses y un año está ya en el Senado a la espera de su aprobación definitiva. ¿A qué cree que se debe esta persecución a los provida?

–Estos ataques tienen dos orígenes. El primero es económico. Las multinacionales que promueven el aborto, las clínicas abortistas, generan una cantidad de dinero que los que defendemos la vida y los que ofrecemos soluciones a las mujeres, estamos impidiendo obtengan. Al igual que todo el dinero que se va a generar con la aplicación de la ley de la eutanasia. El otro condicionante es la ideología. Son las tesis malthusianas, que afirman que no hay suficientes recursos para alimentarnos a todos, por lo que tienen que acabar con todos. Someten a las personas a unas presiones que hacen que pierdan sus valores.

–En esta reforma se ha incluido un apartado que elimina la necesidad de denuncia previa. Esto supone equiparar las acciones de los provida que rezan, hacen vigilia o reparten información a los casos de violencia de género contra las mujeres. ¿qué opina sobre esta comparación?

–Las asociaciones provida que estamos dando esa ayuda no acosamos a las mujeres. Son ellas muchas veces las que están siendo objeto de acoso por los padres de las criaturas que no quieren apoyarlas, por las familias que se desentienden de ellas, por los servicios sociales que en vez de ofrecerles soluciones, les ofrecen solo el aborto. Por los médicos que ante cualquier dificultad les presentan también esa solución en vez de otras en las que la técnica medica ha ido avanzando. Los últimos que acosan o hacen una presión sobre las mujeres son los provida, al revés, las liberamos de muchas de las presiones que reciben: laborales, económicas, familiares, de todo tipo; para que ellas se sientan libres de confiar y de seguir adelante con su maternidad.

Todo lo que debería ser defender la libertad de elección, que es lo que dicen que hacen, es al contrarioRosa Arregui

–¿Qué opinión le merece la última propuesta de Irene Montero de modificación de la ley del aborto?

–Alguien que debería dedicarse a defender los derechos de las mujeres, puesto que se proclama feminista, y a defender la libertad, les quita en realidad la capacidad de recapacitar sobre su decisión y a sopesar y valorar las opciones que tienen. Eso si que constituye un acoso. Te tienes que dar prisa en pensarlo, no tienes tiempo ni para recibir información, porque lo que importa es que abortes. Esto va también contra la libertad de objeción de conciencia de las instituciones, no solo de los médicos, que a la vez lo van a tener más difícil porque van a hacer unas listas de objetores. Todo lo que debería ser defender la libertad de elección, que es lo que dicen que hacen, es al contrario: quitan la libertad para informarte y para ejercer tu opinión.

–¿Cuáles son las mayores amenazas y obstáculos a los que se enfrenta el movimiento provida en la actualidad?

–La principal amenaza es que la gente esta agobiada, cansada. Ha habido muchos problemas y a pesar de que la pandemia, como esta ultima guerra, está poniendo de manifiesto que la gente lucha por la vida, que la gente se desvive por ayudar a los demás, a conservarla y a mejorarla, es una lucha que lleva ya mucho tiempo y puede haber una sensación de que no sirve para nada. Con esta marcha queremos manifestar que sí, que hay que seguir defiendo la vida, defendiendo la verdad, una verdad que no podemos dejar que nos arrebaten. El ser humano desde el momento de la concepción tiene la misma dignidad hasta su muerte natural y merece la pena que luchemos por ello. La verdad y la luz van a ir ganando y a pesar de todos los obstáculos que encontremos tendremos que seguir en la lucha sin cansarnos, hasta que el derecho a la vida sea el que venza, y la cultura de la vida sea la que predomine.