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Los primeros dientes suelen salir entre los 6 y 12 meses de vida

Los primeros dientes suelen salir entre los 6 y 12 meses de vidaPiqsels

Niños

¿A qué edad salen los dientes de leche?

Entre los seis y los doce meses brota la dentición primaria, que no produce fiebre ni dolores aunque tradicionalmente se le haya asociado

La dentición primaria suele erupcionar de las encías entre los seis y doce primeros meses de vida, y los primeros en salir suelen ser los incisivos inferiores –los de abajo en el medio. Esta medición es aproximada; no existen reglas fijas. Mientras que hay niños a los que le salen antes –algunos incluso nacen con dientes–, otros tardan más en desarrollar la dentadura. Estos últimos serán también tardíos en cuanto a la caída de los dientes y su cambio por los definitivos.

Ya desde antes de nacer, desde la quinta o sexta semana de embarazo, los dientes comienzan a formarse. Primero, los de leche y poco antes del parto, se empiezan a desarrollar los definitivos. Antes de los tres años suele haberse completado la erupción de la dentición infantil y aproximadamente a los seis años empiezan a caerse, para ser sustituidos por los dientes permanentes.

En total, los de leche son un total de 20 dientes: ocho incisivos, cuatro caninos y ocho molares; en la dentadura primaria nunca hay premolares.

¿De dónde reciben su nombre?

¿Y por qué se les llama dientes de leche? La respuesta se encuentra en la alimentación que los niños reciben en el mismo periodo en el que comienzan a rasparles las encías: la lactancia materna; y también porque son de un color más blanco de lo que luego serán los dientes permanentes que los sustituyan.

En el momento en el que los primeros dientes erupcionan, antes incluso de que se puedan ver o palpar en la encía del bebé, hay algunos niños que comienzan a babear más o a morder todo lo que se les pone por delante, porque la presión les alivia la molestia. Tradicionalmente, se ha asociado la salida de la dentición primaria con episodios de fiebre, malestar, vómitos o descomposición intestinal, sin embargo, en realidad, no existen síntomas asociados a que los dientes broten de las encías.

No es necesario tratarlos

Al tratarse de un proceso natural, no tiene ningún tratamiento específico. Las encías se irritan e inflaman ante la salida de los incisivos y molares, y si el niño está muy incómodo por la encía y el ciclo de sueño se ve perturbado, cabe la posibilidad de administrar un analgésico en dosis habituales (ibuprofeno o paracetamol) en forma de jarabe, nunca directamente sobre las encías.

Los pediatras desaconsejan los tratamientos para aplicar directamente en la boca, porque aunque son populares, se ha comprobado que los geles que contienen benzocaína pueden producir una enfermedad en la sangre llamada metahemoglobinemia. En cambio, para calmar la encía se le puede aplicar en la zona algo frío, ya sea un mordedor o un chupete recién sacado de la nevera. Los collares de ámbar, como remedio, tampoco son recomendados. No producen ningún beneficio sobre la dentición y además tienen el peligro de estrangulamiento.

La importancia del cuidado

Desde que sale el primer diente, este es susceptible de padecer una carie. La limpieza y evitar el contacto con líquidos dulces es la mejor manera de prevenir y conseguir la mejor salud bucodental posible. Sin embargo, cuando la mujer se queda embarazada ya tiene poder para impedir que su hijo tenga caries.

En la boca conviven incontables bacterias en equilibrio, pero este puede romperse por falta de higiene o un exceso de azúcar en la dieta. Entonces, comienzan a predominar las que producen las caries, sobre todo la llamada estreptococo mutans. Estas bacterias se pueden transmitir al recién nacido, por lo que tendrá mucha más predisposición a tener caries cuando le salgan los dientes.

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