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Hasta los seis meses la leche materna ha de ser el alimento exclusivo del recién nacidoUnsplash

Bebés

¿Hasta qué edad debe tomar el biberón un niño?

Un uso prolongado de este método de alimentación está relacionado con malformaciones bucodentales, propensión a las caries de biberón y un riesgo incrementado de tener un alto peso en el futuro

Cuando dar el pecho no es una opción para la madre, el biberón se convierte en la herramienta fundamental para que el recién nacido se nutra. Hasta los seis meses de vida, la recomendación de los organismos oficiales de salud –las asociaciones española y americana de pediatría, la OMS, la Unión Europea...– es que la leche materna ha de ser la alimentación exclusiva del bebé y que hasta los dos años se vayan introduciendo otras comidas complementarias.

A partir de los seis meses, coincidiendo con la introducción de la alimentación complementaria, la Asociación Española de Pediatría recuerda que el bebé ya no necesita biberones, y que puede beber de un vaso. La Academia Americana de pediatras coincide en este aspecto, aunque ahonda un poco más en el tema e indica que, en caso de utilizarlo, el biberón debe dejarse entre los 12 y los 18 meses.

Más allá de los 18 meses, se ha relacionado tomar biberones con problemas de oclusión dental, es decir, con la manera en que encajan los dientes superiores con los inferiores (la mordida). A largo plazo, esto, unido a una mala colocación de la lengua, puede también generar dificultades para pronunciar ciertas palabras.

Los consejos de los odontopediatraS

  • El orificio del biberón ha de tener un flujo similar al del seno materno para que el bebé realice los ejercicios de succión necesarios.
  • Dejar el biberón en posición vertical para que el bebé haga un mayor esfuerzo con la boca y se promueva un correcto crecimiento de esta.
  • No añadir nunca azúcar, miel, endulzantes o cereales al biberón.
  • Los zumos, mejor en tazas.
  • En cuanto salga el primer diente, los odontopediatras recomiendan evitar el biberón nocturno. Si no, es importante realizar una limpieza bucal antes de dormir.

Esta falta de percepción puede alargarse durante la infancia y está directamente relacionado con una mayor ingesta de comida, y por tanto, un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad. El mayor estudio en esta materia, realizado con más de 3.000 niños de entre 3 y 5 años, concluyó que por cada mes de uso del biberón, había un incremento del 3 % del riesgo de tener mayor peso.

Cuando comienza la alimentación complementaria, se suele introducir también una mayor cantidad de agua, porque el propio niño la requiere. Por ello, el dejar de lado el biberón puede ser todavía más sencillo si para darle agua a lo largo del día o algún zumo para merendar se emplean tazas o los llamados vasos de entrenamiento ya desde los seis meses.