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Algunos de los retos más peligrosos tratan de autolesionarse o de saltar de un coche en marcha para bailar

Salud digital

Alerta a los padres: estos son los retos virales más peligrosos que corren por internet

Saltar de un coche en marcha para hacer un baile o tallarse una ballena en el brazo son algunos de los juegos que los más jóvenes realizan ante la tiranía del like y la necesidad de sentirse integrados

Lamer la taza de un inodoro público para desafiar al coronavirus, mantener la respiración hasta el punto de perder la consciencia o ir pegando palizas a jóvenes de los barrios más pudientes de las ciudades. Estos son algunos de los challenges que circulan por TikTok de forma viral o incluso mortal.

Un 21 % de los jóvenes de entre 13 y 19 años han participado en retos en línea, según un estudio elaborado por Praesidio Safeguarding y encargado y respaldado por Tiktok. De los participantes, el 14 % tenía entre 13 y 15 años y el 9%, una edad de 18 o 19 años. Un 2 % de todos ellos confirmó haber hecho restos que ellos mismos consideraban peligrosos.

¿Por qué le gustan los retos?

Los pre y los adolescentes son impulsivos y no ven el peligro que se puede esconder en las redes por su propio desarrollo natural. Su cerebro, y más importante, la parte de este encargada del pensamiento racional –la corteza prefrontal– no está completamente desarrollada todavía. Esto explica parte del problema. Sin embargo, no hay una sola causa: los adolescentes no se juegan la vida en internet solo porque su cerebro no esté completamente formado, aunque sí que les vuelve más propensos a ello.

Entonces, ¿por qué los retos virales son tan atrayentes para los jóvenes? La tiranía del like, ganar seguidores a través de lo que para ellos es un juego o incluso la falsa sensación de sentirse parte del grupo al hacerlo son algunas de las razones para que menores de todo el mundo consuman una gran cantidad de difenhidramina, conocido como el Benadryl Challenge, o desaparezcan durante 48 horas de sus hogares sin decir a nadie dónde están o cuándo piensan volver.

El reto viral de Momo se basaba en amenazas a través de WhatsAppIs4k

Entre estos peligrosos retos, hay casos muy sonados como el de la ballena azul o el Momo challenge. En 2017, se hizo muy popular un juego de 50 pruebas a realizar en 50 días. Cada día se iban volviendo más duras y crueles –una de ellas era rasgarse la piel dibujando una ballena– hasta el punto de que llegado el quincuagésimo reto era quitarse la propia vida. De la misma manera acaba el challenge de Momo, es una forma de ciberacoso a través de WhatsApp en el que este siniestro muñeco de ojos saltones amenaza a su víctima y propone una serie de juegos, como colocarse cuchillos en el cuello.

A finales de 2020, un hombre con rostro de Goofy se coló en los móviles de los adolescentes, el reto de Jonathan Galindo, quien encargaba misiones de valentía. Contactaba con sus víctimas a través de peticiones de amistad en distintas redes sociales, como Facebook, Instagram, Twitter o TikTok, y la naturaleza de sus mensajes se tornaba cada vez más agresiva, llegando a la autolesión. En septiembre de ese mismo año, un niño italiano de 10 años saltó del balcón de su casa porque tenía «que seguir al hombre de la capucha», según apuntó el pequeño en una nota que dejó a sus padres, junto a un «os quiero».

El confinamiento y todo el tiempo disponible que los jóvenes tuvieron para pasarlo en el mundo digital trajo consigo la proliferación de nuevas pruebas como el coronavirus challenge, que consiste en pasar la lengua por superficies que muchas otras personas han podido tocar, ya sean baldas de supermercado o retretes de avión. Pero más recientemente se han podido ver corriendo por TikTok miles de vídeos de jóvenes aguantando la respiración hasta provocarse el desmayo, conocido como el blackout challenge, o coger un mechón entero de pelo y arrancárselo de un tirón de la cabeza.

¿Qué pueden hacer los padres?

No todos los juegos que circulan por internet tienen dañinas consecuencias o efectos en los más jóvenes. Por ejemplo, uno de los primeros retos que se viralizaron fue el ice bucket challenge, que consistía en tirarse por encima un cubo lleno de agua helada para sensibilizar y concienciar a la sociedad sobre la esclerosis múltiple o ELA.

Conocidos los peligros para su integridad física y mental que pueden tener los retos, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), a través de su portal Internet Safe For Kids, establece ciertas claves para prevenir, detectar o reaccionar ante los juegos virales.

recomendaciones del Instituto Nacional de Ciberseguridad sobre retos virales:

  • Desarrollar la capacidad crítica de los más pequeños, guiándole en el razonamiento y contrastando información antes de aceptar todo lo que leen en internet como verídico.
  • Establecer un clima de confianza en el hogar. La comunicación juega un papel fundamental en la educación, sobre todo a medida que los hijos van creciendo y es cada vez más complicado marcar ciertos límites con ellos. Un diálogo fluido permitirá a padres e hijos abordar los distintos retos que corran en cada momento por las redes sociales y sus peligros.
  • Evitar su difusión. Explicarles desde la empatía las consecuencias que pueda tener la viralización de un vídeo, ya sea porque su protagonista sea una víctima, o porque su popularización pueda poner en peligro a otros usuarios, ayudará a que su propagación no continúe.
  • Formar parte de su comunidad en redes sociales. Que acepten la solicitud de amistad de sus padres es una forma de control indirecto, aunque enfocado desde la confianza.
  • Riesgos en el contacto con extraños. En los retos, puede darse que se establezcan a través de mensajes de desconocidos, como el caso de Momo o Jonathan Galindo. Es importante que conozcan los riesgos de difundir información personal en internet, porque nunca se sabe quien está al otro lado de la pantalla, ni qué intenciones tiene.
  • Reportar contenidos peligrosos. En caso de dar con contenido inapropiado, los usuarios pueden denunciarlo en la propia red social.
  • Acudir a servicios de ayuda, como la Línea 017, en la que tanto menores como adultos disponen de asistencia psicosocial y pautas para evitar, prevenir y reaccionar ante los cada vez más peligrosos retos que se viralizan en redes sociales.