La mejor prevención contra el acoso escolar empieza en casa

Septiembre ha comenzado con la noticia de un nuevo caso de acoso escolar. El video de Izan siendo hostigado por sus compañeros en el 'cole de verano' ha dado la vuelta a las redes y ha desatado una cadena de concienciación sobre el acoso escolar, a la que se han sumado rostros tan conocidos como el futbolista Antoine Griezmann, la cantante Aitana o la actriz Andrea Duro.

Ante situaciones como la que ha tenido que vivir Izan, de 11 años, es importante reaccionar y poner fin al ataque, también de cara al futuro. Igual de importante y necesario es prevenir de manera efectiva que estos casos tengan lugar. En la guía para padres y madres sobre acoso escolar de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) definen el acoso escolar como «un comportamiento agresivo, repetitivo, metódico y sistemático, que se produce durante un período de tiempo prolongado».

Se estima que uno de cada tres alumnos en el mundo sufren acoso escolar, de acuerdo a la UNESCO. Y en España, aunque este triste fenómeno ha decaído desde que comenzó la pandemia –en 2020 y 2021 la incidencia de acoso escolar se redujo casi la mitad–, el dato sigue siendo alto. El informe de la Fundación ANAR, La opinión de los estudiantes, revela que el 15,2 % de los estudiantes afirman que en su clase hay algún compañero que sufre acoso escolar.

Para que las aulas sigan siendo lugares seguros en los que aprender y practicar valores como el respeto o la tolerancia, la guía para prevenir el acoso escolar elaborada por Unicef deja cuatro claves para anticiparse al bullying.

1. Entender: empatizar con la realidad de los más jóvenes. Lo que a un adulto puede parecer un juego de niños, para ellos puede llegar a tener graves consecuencias para su salud, tanto física como mental.
2. Conectar: una comunicación fluida entre padres e hijos es fundamental para que si algo ocurre, sus adultos de referencia sean los primeros en saberlo. Dejar los canales de comunicación abiertos es tan importante como hacer partícipes a los niños de todo lo que afecta a la familia.
3. Prevenir: estar pendiente de las señales que puedan indicar que el joven está siendo víctima de acoso escolar, como que baja su rendimiento académico, comienza a traer el material más deteriorado de la cuenta, se alteran sus patrones de sueño o se muestra aislado o más irritado que de costumbre.
4. Actuar: buscar soluciones eficaces cuando se presentan los casos. Acudir al profesorado del centro y a expertos en la materia que podrán ayudar de manera eficiente ante el acoso.

Desde los centros escolares, la prevención se lleva a cabo mediante la educación y la concienciación del daño que hace hostigar a otra persona sin motivo ninguno, conociendo a los alumnos y fomentando la empatía. No obstante, la primera y más eficaz manera de sacar la violencia, física o verbal, de las aulas comienza fuera de ellas. Lo normal es que los padres y madres estén al margen de la situación, porque no tienen tanto contacto con la realidad que viven sus hijos en el día a día en clase, pero su papel es tan importante como inculcarles el respeto por el prójimo, fomentar los vínculos afectivos y enseñarles a cuidar de los demás, para lo que como con otras muchas cosas con los niños, lo primero es el ejemplo.