Las niñas cada vez llegan antes a la pubertad y no se sabe muy bien por qué
Se barajan opciones como una mejor nutrición, aunque la obesidad también adelanta estos cambios; o químicos presentes en pesticidas o cosméticos que actúan como disruptores endocrinos
Los niños son niños cada vez menos tiempo. La llegada de la pubertad y el paso a la adolescencia se ha venido adelantando, se estima, tres meses por década desde 1970 y, de momento, se desconoce la causa, aunque se barajan varias opciones.
En los niños es menos llamativo, pero a las niñas la pubertad les llega a edades tan tempranas como los 6 o los 7 años, pero entre que se desarrolla en ellas el botón mamario hasta que la menstruación aparece pasa una media de cinco años. A mediados del siglo XX, las menores comenzaban a desarrollarse a los 9 o 10, y la regla les venía a los 14 o 15, cuando ahora los senos crecen antes de los 8 y la media de edad a la que aparece el periodo son los 11,5 años.
«La pubertad lleva adelantándose siglos. Es difícil buscarle una sola causa», destaca la doctora María Jesús Ceñal, secretaria de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia, quien en sus cuarenta años de carrera pediátrica ha podido ver de primera mano esta pubertad precoz.
Buena y mala nutrición
Entre los motivos que barajan los endocrinos y pediatras por todo el mundo se encuentra ,por ejemplo, que ahora los niños tienen una mejor alimentación en líneas generales que hace un siglo. Los nutrientes necesarios preparan al cuerpo para su desarrollo y el organismo madura de cara a la reproducción. Está comprobado también que la malnutrición y los desórdenes alimenticios, como la bulimia nerviosa o la anorexia, retrasan el paso de la infancia a la adolescencia.
Sin embargo, sobre todo en Estados Unidos, se ha estado analizando este fenómeno en niños que padecían obesidad y sobre peso. Una investigación del año 2003 mostró que las niñas con exceso de peso tenían más probabilidades de que les bajara antes la regla que otras menores, mientras que un estudio posterior, del año 2009, encontró que era más probable que los niños y niñas con mayor índice de masa corporal al cumplir los 7 años tuvieran una temprana pubertad.
Químicos
En esta búsqueda de culpables se ha señalado también a los productos químicos a los que están expuestos los niños, sobre todo a través de cosméticos o pesticidas. «Estos actúan como disruptores endocrinos, que el cuerpo reconoce como si fuesen hormonas y adelantan la pubertad», explica la doctora Ceñal.
Ftalatos, parabenos, bisfenoles, triclosán, benzofenonas... son ingredientes que se encuentran en muchos y muy distintos productos de uso cotidiano –a parte de los pesticidas, también en protectores solares, perfumes, aditivos alimentarios o envases de plástico, entre otros– que alteran el ciclo hormonal normal y provocan este temprano desarrollo de los niños, aunque también actúan en adultos.
Pero no solo a lo que están expuestos los niños, sino también sus madres cuando estos aún están en la barriga, puede tener efecto sobre su ciclo de crecimiento. Un estudio de la Universidad de Aarhus, de 2018, señalaba que tomar analgésicos durante el embarazo puede provocar que más adelante la niña presente pubertad precoz.
La pandemia
En 2020 hubo un repunte de los casos notificados de pubertad adelantada. «Achacarlo a la pandemia es un poco prematuro», opina la secretaria de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia. No obstante, desde entonces, se han publicado dos estudios que marcan un camino a seguir para poder investigar el efecto de la covid, aunque del virus, sino de los nuevos hábitos que han adquirido los niños tras el confinamiento.
Un estudio realizado con 490 niños en Italia ligó el sedentarismo con esta pubertad precoz durante la pandemia y otro ha demostrado que la luz azul de las pantallas de los móviles y las tabletas puede provocar que bajen los niveles de melatonina y terminar alterando los niveles hormonales que provocan que la hipófisis –la glándula en la base del cráneo que regula el desarrollo o la actividad sexual– se ponga en marcha antes de lo que debería.
¿Debería preocupar?
Aunque no es algo que deba preocupar a los padres, la doctora Ceñal recuerda que quienes lo observen en sus hijos los lleven al médico solo para descartar que pueda haber cualquier enfermedad detrás. En el 99 % de los casos se trata de niñas sanas, pero hay algunas patologías, a parte de la obesidad, que provocan este fenómeno, como el hipertiroidismo, la hiperplasia suprarrenal congénita o la aparición de tumores que producen hormonas.
Parece algo contradictorio que la edad a la que el cuerpo madura para poder tener descendencia cada vez sea menor, pero en la práctica el momento de tener hijos cada vez llega más tarde en la vida de las mujeres. La media se encuentra a los 32,2 años. Apunta Ceñal que «parece que le llevemos la contraria a nuestra propia naturaleza, que nos dice que cada vez podemos tener hijos antes, pero los tenemos cada vez más tarde».