¿Por qué España duplica la tasa de cesáreas que recomienda la OMS?

España no es solo el país de su continente en el que las mujeres son madres más tarde y donde no tienen toda la descendencia que les gustaría tener, así lo muestran los datos del Informe europeo sobre la salud perinatal (2015-2019) y del estudio ¿Por qué las mujeres no tienen todos los hijos que dicen que quieren tener?, elaborado por Alicia Adserà, de la Universidad de Princeton, y Mariona Lozano, del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Algo en lo que también son los españoles los primeros de la lista es en el número de partos instrumentales. Estos son todos aquellos en los que se hace uso de herramientas externas para sacar al bebé del canal del parto, ya sea fórceps, ventosa o espátulas. Según los datos del último informe europeo publicado por Euro-Peristat, la tasa media de parto vaginal instrumental en Europa fue del 6,1 % en el año 2019, mientras que la de España se situaba en más del doble: 14,4 %.

Por otro lado, si la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es que el índice de cesáreas en un país habría de oscilar entre el 10 y el 15 %, España la duplica y se alza con un 25,5 %. Cabe diferenciar entre las que son programadas (apenas un 9,2 %) y las que se dan en el parto (16,5%).

Que España sea el país con más embarazadas mayores de 35 años y también el que más partos instrumentales realiza está relacionado. «Cuando pares más tarde, tienes más riesgo de todo», apunta Anna Suy, presidenta de medicina perinatal de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). A lo que suma que, en realidad, pocas soluciones ginecológicas hay para revertir estos datos: «Son más políticas», añade. Y lo son porque las causas de que la maternidad sea cada vez más tardía en España no tiene una causa ginecológica, sino política: el mercado laboral, la vivienda o la inestabilidad económica; todo aquello que impide que los adultos jóvenes puedan formar una familia.

Las dos causas más frecuentes de que un parto tenga que ser instrumentalizado es, según apunta Suy, que haya sufrimiento fetal en la fase del expulsivo o que el pujo de la mujer no sea efectivo y haya que ayudarla. La primera no siempre se puede controlar y no depende tanto de la edad de la madre, pero la segunda es más frecuente cuanto más mayor es una mujer.

A pesar de todo ello, en los datos de Euro-peristat también se muestra una tendencia a la baja. En 2015, la tasa de cesáreas era de 26,6%, mientras que en 2019, disminuyó hasta 25,5 %. ¿Seguirá bajando en el futuro? «La obstetricia es cada vez menos intrusiva, lo que hará que los partos sean cada vez más fisiológicos y no instrumentales», afirma la presidenta de Medicina Perinatal de la SEGO.