Natalidad
España es uno de los países de Europa con más mujeres sin hijos
La dificultad para formar parejas estables, la precariedad del mercado laboral y la inestabilidad económica son algunas de las causas de que los adultos jóvenes no puedan fundar una familia
No es novedad que la tasa de fecundidad en España es de las más bajas de Europa, con una media de 1,3 hijos por mujer en 2019. Y tampoco que la edad media de la mujer española cuando nace su primer hijo es de las más altas del continente, en torno a los 31 años. Ni que, de toda la Unión Europea, el nuestro sea uno de los países con mayor proporción de mujeres sin descendencia. Sin embargo, las españolas continúan afirmando querer tener dos o más hijos, según informa una nueva investigación publicada en el Observatorio Social de la Fundación La Caixa.
El estudio, titulado ¿Por qué las mujeres no tienen todos los hijos que dicen que quieren tener?, ha sido elaborado por Alicia Adserà, de la Universidad de Princeton, y Mariona Lozano, del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona. Las investigadoras se han centrado en analizar las causas de que exista en España una brecha entre la fecundidad deseada y la verdaderamente lograda, y entre sus principales conclusiones se encuentran que el retraso en formar una pareja estable, la inestabilidad laboral y la falta de apoyo para conciliar son las causas de que la tasa de fecundidad sea tan baja.
Un problema estructural
«La baja tasa de natalidad es un problema estructural en España», afirman las autoras del estudio. El apoyo a la familia desde el punto de vista político y legislativo es insuficiente, lo que explica que las mujeres españolas retrasen cada vez más el momento de convertirse en madres. Pero también el aumento de la incertidumbre del mercado laboral y de la inestabilidad de las parejas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el 19 % de las mujeres de más de 45 años no tiene hijos. Este porcentaje, afirman Adserà y Lozano, se encuentra por encima de la media europea, aunque por debajo de la de países como Italia, Reino Unido o los Países Bajos, donde ronda el 20 %. La última Encuesta de Fertilidad en España revela que alrededor del 35 % de las mujeres que han superado la edad reproductiva óptima desearían haber tenido más hijos, con independencia de su formación universitaria.
Incertidumbre económica
Todos estos datos son recogidos también por la investigación del Observatorio Social de La Caixa con el fin de alumbrar sus causas. La primera que establecen las autoras es la incertidumbre económica, la incapacidad para independizarse y la falta de medios para fundar una familia.
La precariedad laboral, el paro juvenil y el alto porcentaje de trabajo temporal en España conlleva que los adultos jóvenes españoles no puedan fundar su propia familia, no porque no lo deseen, sino porque carecen de los medios para ello.
Según este estudio, «las condiciones económicas destacan especialmente cuando se pregunta a las mujeres cuál es la principal razón por la que no han cumplido sus planes de fecundidad».
Retraso en la formación de parejas
Durante los últimos años, una realidad observable en la mayoría de países europeos es que los procesos de formación de parejas se han transformado. «El cambio en las expectativas sobre el significado de las relaciones también retrasa la formación de pareja estable», explican las investigadoras.
Las causas, según se han identificado en este estudio, serían el acceso masivo de la mujer a la universidad, la aceptación del concubinato prematrimonial o el de larga duración en sustitución del matrimonio; así como las nuevas posibilidades de encontrar pareja en el entorno educativo o laboral.
Demora en la emancipación
Lo anterior, sumado a la incertidumbre económica, hace que los jóvenes no abandonen el hogar de sus progenitores hasta una edad bastante avanzada. Si bien, el aumento del coste de la vivienda, tanto de compra como de alquiler, también es un factor a tener en cuenta.
El español medio no sale de casa de sus padres hasta los 29 años, una de las edades más elevadas de toda Europa. En el resto de Europa, la media desciende a los 25 años en Francia y Alemania, y por debajo de los 20 en Suecia y Finlandia.
Fomento de la natalidad
España es de los países de la Unión Europea que menos ayudas dedica a la familia
Escaso apoyo a las familias jóvenes trabajadoras
En España, el apoyo a los adultos jóvenes con hijos es limitado en comparación con otros países de Europa. Los horarios laborales implican pasar muchas horas en el puesto de trabajo, mientras que el hijo estaría en casa.
Solo el 35 % de las empresas privadas españolas ofrecen medidas flexibles de conciliación laboral y familiar, según los datos del informe anual de Eurostat de 2019. Esta proporción se encuentra entre las más bajas de Europa.
La demora en todas estas transiciones vitales claves en la vida de una persona, como el abandono del hogar familiar y la fundación de uno propio, la inestabilidad y la precariedad laboral y la formación de una pareja estable, tiene como consecuencia un retraso de la maternidad y una baja fecundidad. Esto trae consigo una disminución del número de hijos que acaban teniendo las mujeres, con sus consiguientes implicaciones políticas y para la sostenibilidad del estado del bienestar.