Diez consejos para que tus hijos desarrollen hábitos digitales saludables
Lo primero que proponen los expertos es crear un plan de medios familiar
Por la calle, en grupo, cenando… los niños y adolescentes no sueltan el teléfono móvil. Cada vez pasan más horas frente a la pantalla: hablando con amigos, informándose, viendo vídeos… esta adicción supone un gran peligro, pero es muy complicado de tratar. Sin embargo, esto podría cambiar gracias a que investigadores estadounidenses han identificado prácticas que garantizan un manejo saludable y seguro de redes.
Megan Moreno, codirector médico del Centro Nacional de Excelencia en las Redes Sociales y Salud Mental Juvenil de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), explica en el estudio que la tecnología y las plataformas con las que trabajamos todos los días «continúan evolucionando» y, a veces, parece que los hijos, «están un paso por delante de los padres» en lo que encuentran en línea.
«Es útil para las familias» apunta la experta, dar un paso atrás y observar el tiempo que cada miembro pasa con los dispositivos y las redes sociales. Si se realiza esta práctica «todo el mundo se puede beneficiar», ya que así se aprende a encontrar un equilibrio sano. Por ello, la pediatra y madre, Moreno recomienda «mantener la puerta abierta a estas conversaciones».
Para que los padres sepan qué hacer y cómo implementar el uso saludable de las redes sociales y digitales en una era cada vez más tecnológica, la AAP ha desarrollado 12 consejos.
Lo primero que proponen los expertos es crear un plan de medios familiar que equilibre el tiempo con y sin dispositivos. Es recomendable trabajar en conjunto para establecer las reglas y que se sientan partícipes en todo momento. Tienen que saber que se hace por su salud.
La guía también ve recomendable establecer horarios y lugares sin pantallas en el hogar, como las comidas y la hora de dormir. Para los niños más pequeños, es útil tener límites de tiempo y rutinas mediáticas consistentes y predecibles. Para ello, es muy útil activar de las consolas y ordenadores el temporizador incorporado para que cuando se acabe el tiempo dejen de jugar.
Las conversaciones periódicas en familia sobre sus actividades en línea también podrían ayudar. Por eso, Moreno plantea crear nuevas áreas de aprendizaje, así como descubrimientos divertidos y experiencias difíciles, tanto para padres como para niños. Esto fomenta la discusión abierta sobre varios temas y ayuda a olvidarse del móvil.
Los expertos de la AAP también ven bueno hablar de las redes sociales con los hijos. Para iniciar una conversación sobre el tema servirán preguntas como: ¿Qué te gusta de las plataformas de redes sociales? ¿Cómo te sientes cuando estás en las redes sociales? ¿Has visto algo preocupante?
Al hilo, es necesario que el joven o adolescente sepa que puede contar con sus padres en todo momento. Esta sencilla práctica servirá para que en caso de que el menor experimente alguna situación extraña o preocupante como acoso, cuente con su círculo familiar más próximo.
En la nueva era de las redes sociales lo natural no es lo normal, por lo que los progenitores deben advertir a los usuarios más noveles de que la vida y los cuerpos perfectos no existen. Asimismo, se debe hablar sobre cómo se conectan los medios y las emociones.
Es esencial que los padres sean un buen ejemplo para los hijos. Estos deben incluir sus propios hábitos en las discusiones sobre el uso de las redes sociales. También deben tener en cuenta si está enfocada la atención en un dispositivo y cuál puede ser su modelo a seguir.
Cuando el niño o adolescente se cree nueva cuenta en una red social o un videojuego, el responsable del menor debe establecer la configuración de privacidad en el nivel más seguro. Además, deberán seguir las reglas de seguridad sobre con quién puede chatear y qué no debe hacer en línea.
Por último, los padres deben considerar si comprarle, o no, un teléfono inteligente a su hijo es una buena opción. Sin embargo, deben saber que existen varios factores a considerar, incluido el interés y la responsabilidad del niño.