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Una vigilia de 40 Días por la Vida frente a la clínica Dator40 Días por la Vida

Marcha Sí a la Vida - 10 de marzo

40 Días por la Vida y sus rezos cerca de abortorios: «Nos persiguen porque vamos contra corriente»

La Marcha Sí a la Vida dará comienzo el domingo 10 de marzo a las 12:00 en la calle Serrano (esquina con la calle Goya) para concluir en la Plaza de Cibeles, con Paseo de Recoletos

Si alguien ha vivido en sus carnes las restricciones para rezar en la vía pública, esos son los voluntarios de 40 Días por la Vida. Esta organización se dedica a convocar rezos en los alrededores de los centros de abortos en distintas ciudades de España. Su responsable de comunicación afirma rotundamente que sus acciones no van en contra de la ley: «No acosamos ni interrumpimos el paso de estas mujeres» (aquellas que acuden a terminar con su embarazo).

40 Días por la Vida es una de las asociaciones convocantes de la Marcha Sí a la Vida, que tiene lugar este domingo 10 de marzo en Madrid. La comitiva saldrá a las 12:00 de la esquina de la calle Serrano con Goya y llegará hasta el Paseo de Recoletos, 18, donde sobre un escenario se sucederán los testimonios, conciertos y la lectura del manifiesto.

–Quedan horas para la Marcha por la Vida. ¿Qué cabe esperar para este domingo 10 de marzo?

–Esperamos que el clamor de la población que está a favor de defender el derecho a la vida se oiga y se haga eco en toda España. Somos muchos los que pretendemos y luchamos cada día para que no se le reste valor a la vida en la etapa que sea, a pesar de que muchos medios de comunicación se empeñan en ignorarnos.

–¿Cuáles van a ser las grandes reivindicaciones en esta ocasión?

–El lema este año es Sí a la vida humana. Porque toda vida humana tiene la misma dignidad, independientemente de la etapa en la que se encuentre: ya sea en la concepción, ya sea que esté viviendo alguna enfermedad terminal, ya sea que esté llegando a su fin por la edad. No podemos pretender que el derecho a la vida dependa de la «calidad de esa vida». Cada persona es única, cada vida es única y merece ser vivida. Tenemos que ser conscientes también de que nos necesitamos unos a otros para cuidarnos cuando así se requiera. Nadie es un problema que quitarse de en medio cuando no viene bien.

–La reforma del Código Penal que se aprobó el pasado año contempla penas de cárcel de entre tres meses y un año para quien acuda a los centros abortistas a dar información o a rezar. ¿A qué cree que se debe esta persecución a las personas provida?

–En cuanto a la reforma del Código Penal, esta se refiere a quién acose a las mujeres que acudan a los centros de aborto. En 40 Días por la Vida, no acosamos ni interrumpimos el paso de estas mujeres. Nos situamos cerca del centro de aborto, rezando de manera silenciosa y portando carteles en los que ofrecemos nuestra ayuda. Por ende, no estamos actuando en contra de la ley. En cuanto a la persecución es porque vamos a contracorriente. Se habla mucho de la libertad de la mujer y de un feminismo en teoría sin ataduras, que rompe con el rol clásico, por así decir, de la mujer. Añado aquí que los centros de aborto hacen dinero con cada aborto por lo que, quitarles clientela es un fastidio para ellos. Es lógico entonces que nos persigan.

En EE.UU. muchos centros de aborto han cerrado porque no podían sostenerse por falta de clientes. Por otro lado, puedo llegar a entender que muchas mujeres que han pasado por un aborto quieran que los demás lo validen y de ahí nazca una rabia o una frustración hacia quién les dice la verdad. No las juzgo, las compadezco porque están llenas de dolor. Puedes pensar que no has matado a nadie, pero tanto tu cuerpo como tu corazón saben que sí ha sido así.

–Francia acaba de blindar el derecho al aborto en la Constitución. ¿Podría tener un efecto dominó por toda Europa?

–Ojalá que no, pero creo que va a ser inevitable que se plantee en muchos países. Quizá el nuestro sea uno de ellos, ya hemos visto que la portavoz adjunta de Sumar, Aina Vidal, plantea hacer lo mismo en España para introducir el derecho al aborto en la Constitución. Rezamos para que nunca lleguemos a este punto y para que Francia rectifique.

–Después de este panorama analizado, ¿cuáles son las grandes luchas y obstáculos del movimiento provida ahora mismo?

–Considero que todavía tenemos camino por recorrer para ser más visibles, para que la gente sepa que luchamos por el fin del aborto, en nuestro caso. Además, creo muy necesario concienciar a la sociedad entera, pero sobre todo a los jóvenes de lo que es un aborto. Está muy extendida la creencia de que únicamente son células sin vida o sangre retenida que no va a ningún sitio. En 40 Días por la Vida sabemos que esta es una batalla espiritual y que el demonio lucha con fuerza y con fiereza, pero no estamos solos. Dios está con nosotros y el bien siempre vence. Tenemos la certeza de que, por muy mal que se pongan las cosas, estamos bajo el amparo de nuestra madre la Virgen María y tenemos un ejército de santos que nos respalda. Por eso no tenemos miedo a dar la batalla y seguimos acudiendo a rezar. La oración y el ayuno son armas muy poderosas.

En cuanto a los obstáculos a superar considero que son las leyes que se hacen en contra de la familia y de la vida, ya que cada vez es más difícil sacar una familia adelante ya no solo por el coste que supone sino porque se nos comienza a dar menos visibilidad como ha pasado con la eliminación del término «familia numerosa» por «familia con mayores necesidades de apoyo a la crianza». Se nos pretende invisibilizar creo que a modo de frenar el contagio o de estigmatizarnos. Por no hablar de que cada vez es más difícil el acceso a la vivienda, a un coche, el carro de la compra sube como la espuma, al igual que los impuestos y nos han vendido a las madres la idea de que primero va nuestra carrera profesional y después la maternidad, lo cual me parece un tremendo error.