Cinco actividades para que los niños eviten el aburrimiento y afiancen lo aprendido en clase durante el verano
Un estudio revela que el aburrimiento reduce las habilidades aprendidas en los niños de primaria
Llegadas las vacaciones escolares, los días se hacen más largos para los niños y aparece el aburrimiento. Aunque algunos expertos señalan que experimentar esta sensación es una oportunidad de potenciar la creatividad en los más pequeños, así como para reducir su estrés. Sin embargo, un estudio de NWEA, Collaborative for Student Growth, muestra que, en los años de primaria, se reducen las habilidades aprendidas en matemáticas entre el 70 y el 78 % de los alumnos. Lo mismo sucede con la lectura, reduciéndose entre el 62 y el 63 %.
Por ello, la experta pedagoga Louisa Rosenheck ha propuesto varias actividades con las que estimular el cerebro de los niños y así evitar el olvido de los conocimientos.
Actividades para el verano
El deporte al aire libre siempre es una buena opción. Según recomienda la OMS, al menos una hora de ejercicio moderado entre niños de 5 y 17 años es saludable, ya que ayuda a la concentración, atención y memoria, además de que produce endorfinas para el bienestar mental. Además de que los beneficios físicos y motores se hacen patentes.
La lectura y los idiomas son también parte del grupo de las mejores actividades para realizar durante las vacaciones. Preguntar a los hijos por sus géneros predilectos o por los países que querrían visitar, puede convertirse en una motivación para ellos para ampliar sus conocimientos y despertar curiosidad. Además, tanto leer como aprender una nueva lengua, que se recomienda hacer en edades tempranas, donde se retienen más los conceptos, mejora la ortografía, redacción y compresión de los textos.
La tercera actividad que se recomienda son las manualidades, que estimulan la creatividad e imaginación. Jugar con plastilina, dibujar, pintar o cocinar se pueden convertir en actividades donde los niños pueden reflejar emociones y pensamientos, además de que «de esta forma, se activarán partes del cerebro de los niños y niñas que normalmente no trabajan», según señala la especialista.
Sudokus, crucigramas o videojuegos son también una opción recomendada por la especialista porque estos esconden nociones de matemáticas y lógica que estimulan la agilidad mental. Los videojuegos también pueden servir para trabajar la creatividad y memoria visual, pero los padres «deben tener cuidado con la selección para los pequeños, prestando especial atención a las referencias, edad recomendada y toda la información del videojuego antes de que el pequeño comience a jugar», señala Rosenheck.
Por último, se recomienda variar la agenda estival con planes alternativos, como visitar museos o asistir al teatro o cine, ya que refuerza los lazos familiares, además de que «mejoran sus habilidades comunicativas y les ayuda a gestionar sus sentimientos».