Todo lo que ha de incluir el día a día de un niño en vacaciones
A pesar de todo, habrá días en que nada salga según lo planeado. Es inevitable, pero pueden ser excelentes experiencias de aprendizaje para el próximo verano o las siguientes vacaciones
Las vacaciones han sido muy esperadas para todas las familias, pero algunas pronto han podido darse cuenta de lo difícil que resulta organizarlo todo en las primeras horas. Con los niños discutiendo y quejándose de aburrimiento, el ambiente en casa se vuelve complicado. El hogar está desordenado y los padres necesitan un descanso, pero no encuentran el momento.
Los niños necesitan seguir un plan, además les encanta. Estructurar esas semanas en las que estáis juntos es divertido y necesario. Una opción es diseñar un calendario y ponerlo en un lugar visible de la casa, con dibujos que ilustren los planes si los hijos son pequeños. Planificar las actividades del día, les ayuda a comprender un poco más el tiempo, las fechas, las horas y les dará un poco de orden ahora que no hay horarios, ni tarea escolar, ni amigos del cole.
Hacerlo con ellos les hace sentirse incluidos y les ayudará a comprender lo que está sucediendo. Es importante que expresen qué quieren hacer, qué les gustaría. Hay niños muy activos que necesitan mucho movimiento: playa, parques, atracciones, ir a la feria o fiestas del pueblo. Otros quizás solo expresen: «Estar en casa», por la necesidad de compartir tiempo con sus padres. En ese caso también se pueden diseñar juntos actividades fuera y dentro del hogar.
También suele ser divertido y si ellos están de acuerdo, organizar o elegir sus platos preferidos, y ponerse manos a la masa juntos. Sorprenderá gratamente la creatividad, reflexión y organización que pueden demostrar.
Patrones de sueño regulares
El sueño es uno de los pilares más importantes del desarrollo de un niño. Dormir les ayuda a crecer y aprender. La mayoría de los niños pequeños necesitan hasta 13 horas de sueño y una siesta durante las horas de más calor del día.
Durante el período de vacaciones, aunque se levantan y acuestan más tarde, mantener la rutina de la hora de acostarse es fundamental, ya que los niños necesitan tiempo para relajarse y los rituales de irse a la cama les brindan una sensación de comodidad y normalidad, y evitará que experimente un cansancio excesivo y, después tener que lidiar con las secuelas.
Limite de tiempo de pantalla
Los hijos pasan más tiempo expuestos a pantallas mientras en casa durante el periodo vacacional, pero es realmente importante que no se les deje pasar todo el día viendo la televisión o jugando con la tableta. Estudios demuestran que una exposición excesiva frente a la pantalla puede provocar que pierdan el sueño, que no presten atención y que no aprendan a calmarse por sí mismos.
Una de las mejores maneras de combatir este desafío es ser un modelo a seguir y minimizar la cantidad de tiempo que pasas frente a tus propias pantallas. Potencia el juego físico en verano, que escalen, suban, se arrastren o si son bebés que estén mucho en el suelo sobre una colcha. Este proceso forma parte crucial de su desarrollo, ya que les permite alcanzar hitos como caminar, atarse los cordones de los zapatos o poder estar sentados y atendiendo, cuando deban hacerlo.
Hay que fomentar actividades como leer, jugar al aire libre, visitar lugares nuevos, bailar en casa o hacer manualidades, dependiendo de su necesidad de movimiento. También se puede optar por elaborar una lista de diez lugares para visitar. Habrá que mantenerla a mano todo el verano y decidir a dónde se viaja al siguiente si no hay otro plan.
Tareas escolares sí o no?
Si han aprobado, se merecen unas vacaciones, igual que los adultos cuando quieren parar de trabajar y olvidarse de la oficina.
Leer es una actividad lúdica y hacer que les guste depende mucho de que elijan sus lecturas, cómics, fútbol o cuentos, y de no imponer tiempos, sino que sea algo hablado entre todos para establecer en qué momento del día van a leer. Si un día prefieren dibujar, hacer un puzle, los padres pueden sugerir que inventen y escriban una historia sobre las imágenes. Esta es otra manera de hacerles leer y escribir sin que parezca una obligación y sin que les recuerde a las tareas escolares, sino compartiendo y con diversión.
Si es necesario que practique el cálculo y las mates, puedes incluir a tu hijo en actividades como ir a comprar, precios, pagar, contar el cambio, siempre jugando, es decir, si no lo sabe o se equivoca, no debemos perder los nervios. Estamos pasando un buen rato.
Orden del espacio y la mente
Intentar evitar demasiado desorden en el hogar significa menos cosas que cuidar, ordenar, limpiar y recoger. Los niños pueden ayudar, y dedicar un tiempo por la mañana antes de salir de casa para ordenar.
Hay que explicarles que son necesarios para tener la casa recogida, pero sin enfados, sino como parte de la rutina de cada día. Así aprenderán algo que pueden mantener después todo el año los fines de semana. Con música lo llevarán mejor.
A pesar de todo, habrá días en que nada salga según lo planeado. Es inevitable, pero pueden ser excelentes experiencias de aprendizaje para el próximo verano o las siguientes vacaciones.
- Susana Mezquida es pedagoga en Pedagogía Madrid, expertos en aprendizaje y desarrollo.