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El 15% de los ancianos en España sufre algún episodio de deshidratación en el período estivalGetty Images

Entrevista a Cristina Noriega, terapeuta familiar del Instituto CEU de Estudios de la Familia

«Estar cerca de su familia protege de enfermedades físicas y mentales a las personas mayores»

El contacto habitual con la familia, y especialmente con los nietos, es una fuente de salud emocional y física para los ancianos, y supone un elemento de estabilidad insustituible para los menores

Aunque cada vez es más infrecuente que las personas mayores vivan con sus hijos y sus nietos bajo una misma casa, los efectos de propiciar el trato frecuente con los abuelos o con los padres ancianos tienen un impacto directo en la salud física, mental y emocional de toda la familia. Así lo señala Cristina Noriega, profesora del departamento de Psicología y Psiquiatría de la Universidad CEU San Pablo, terapeuta familiar del Instituto CEU de Estudios de la Familia, y experta en la atención a personas mayores.

Siempre que no haya causas de fuerza mayor que lo impidan motivos médicos, principalmente, ¿por qué es importante que los ancianos puedan seguir viviendo en sus propias casas, o incluso con sus hijos, en lugar de vivir en una residencia?

— Cuando hablamos de personas mayores es importante tener en cuenta qué es lo que ellos desean. En este caso, dónde, cómo y con quién quieren vivir. Cuando hacemos esta pregunta, la mayoría de las personas mayores (más del 80 %) afirma querer envejecer en sus hogares el mayor tiempo posible. Porque vivir en el hogar donde han residido toda su vida favorece el contacto con sus familiares y entorno social. Además, permite que se mantengan en mayor medida sus hábitos y rutinas, su intimidad y autonomía y sensación de control sobre sus vidas.

Por concretar un poco más: ¿Qué beneficios psicológicos y emocionales aporta a los mayores estar cerca de su familia y en un entorno conocido?

— El estar cerca de la familia y de su entorno permite a la persona mayor seguir manteniendo su red de apoyo social. Y, según la literatura científica, este es uno de los principales factores protectores de enfermedades físicas y mentales, y de sentimientos negativos. Los contactos de calidad con la familia y con el entorno social, con los vecinos, los amigos, la comunidad… previenen uno de los mayores males de nuestra sociedad: los sentimientos de soledad no deseada y el aislamiento social. Además, el contacto con la red de apoyo social, siempre que los contactos sean de calidad, generan emociones positivas. Son una fuente de apoyo ante las dificultades, y contribuyen al sentimiento de pertenencia y al propósito vital.

Y en los niños, ¿qué impacto tiene en los nietos el convivir con sus abuelos de forma habitual, incluso en el propio hogar familiar?

— El contacto con los abuelos, residan o no en el mismo hogar, tiene múltiples ventajas para los nietos. Por ejemplo, un vínculo afectivo cercano con los abuelos, en el que se sientan valorados y queridos, tiene un alto impacto en la autoestima y en el desarrollo emocional del menor. Y esto a su vez contribuye a establecer relaciones sanas en situaciones futuras. Tradicionalmente, los abuelos han sido reconocidos como transmisores de historias familiares y de valores. Algo que es fundamental para la construcción de la identidad del nieto. Es decir, les puede ayudar a descubrir quiénes son, de dónde vienen, cuáles son sus objetivos y aspectos importantes en la vida, etc. También son en muchas ocasiones compañeros de juegos e historias, cuidadores y transmisores de experiencias y conocimientos obtenidos a lo largo de su experiencia vital, y eso es una fuente de enriquecimiento en todos los sentidos.

En un momento social de rupturas familiares que superan al número de matrimonios, ¿el contacto con los abuelos es especialmente importante?

— Sin duda. En muchas ocasiones, los abuelos son un sostén emocional en momentos de dificultad. Por ejemplo, en esos casos de separaciones y divorcios, muchos abuelos son una figura que da estabilidad a los nietos, algo fundamental en un momento en el que se dan muchos cambios y donde suele haber mucha conflictividad. Y también destacaría que los abuelos son un modelo de envejecimiento para los nietos, de manera que son un ejemplo acerca de cómo son las personas mayores, cómo envejecen y cómo se relacionan con otras personas. Los beneficios que pueden tener los abuelos en los nietos son múltiples. No obstante, me gustaría destacar que hay muchas maneras de ejercer el ser abuelo, por lo que el impacto en los nietos va a depender mucho del tipo de vínculo que se establece entre abuelos y nietos.