Kim Kardashian ayuda a un equipo de deportistas femeninas a escapar de Afganistán

Tras la invasión del grupo talibán en Kabul, los derechos humanos de los afganos se han visto amenazados, sobre todo los de las mujeres. Las ciudadanas afganas vieron como, de la noche a la mañana, tenían prohibido llevar a cabo actividades de su vida cotidiana como el uso de cosméticos y maquillaje o salir a la calle sin acompañante. Volviendo así, a la misma pesadilla que vivieron desde 1996 hasta el año 2001. Por ello, no fue de extrañar que, hasta el 31 de agosto –cuando Estados Unidos finalizó el plazo para la salida de sus tropas– los afganos se agolparon en los alrededores del aeropuerto para salir del país.

Casi tres meses después de que tuvieran lugar estos acontecimientos, la situación en Afganistán no ha cambiado ni un ápice y las mujeres siguen encontrándose con las mismas restricciones. Pero para las afganas que han dedicado su vida al deporte, esta situación ha llegado a ser mortal. Mahjabin Hakimi, jugadora del Kabul Municipality Volleyball Club, fue la primera en sufrir la crueldad talibán al ser decapitada. Tal y como relató la entrenadora del equipo, los soldados quemaron las equipaciones y asesinaron sin piedad a la jugadora. Y es que una de las normas que se publicaron cuando el Gobierno talibán llegó al poder fue la «prohibición de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo».

Kim Kardashian apoya a las deportistas afganas

La estrella de los reality shows, Kim Kardashian, no ha dudado en utilizar su influencia para ayudar a aquellas mujeres que estén en grave peligro. Con la ayuda de un rabino y la del ex capitán de la Selección femenina de fútbol de Afganistán, la celebrity ha conseguido que un equipo de fútbol conformado por mujeres adolescentes aterrice en Londres, logrando huir del país.

Las jugadoras habían conseguido trasladarse a Pakistán después de que los soldados talibanes las amenazaran directamente e hicieran arder sus hogares. Kim Kardashian les ayudó y pagó el pasaje de las 130 personas que viajaban en el avión, incluyendo al equipo de fútbol y a sus familiares, que también corrían peligro de muerte, tal y como contaba una de las jugadoras, Khalida Popal, a The Washington Post.