Charlène de Mónaco celebra su cumpleaños más difícil

En un momento delicado y rodeada de incertidumbre, la princesa Charlene de Mónaco celebra hoy 25 de enero su 44 cumpleaños. Y lo hace alejada de los focos mediáticos y de la agenda real que la une al Principado. Sin planes previstos para su vuelta, el pasado noviembre revelaba que se retiraba de la vida pública de forma indefinida para recuperarse de sus problemas de salud consecuencia de un viaje a Sudáfrica.

Parecía que la princesa estaba completamente recuperada de su afección otorrinolaringológica después de haberse sometido a tres operaciones y haber tenido que permanecer desde el pasado mes de mayo en su país natal por la imposibilidad de tomar un avión sin que perjudicase a su salud. Sin embargo, pocos días después de su vuelta, el 16 de noviembre, reconocía ante los ciudadanos que todavía necesitaba un «periodo temporal de descanso» por estar todavía convaleciente.

El propio Alberto de Mónaco reconocía en una entrevista a Monaco Matin que estaba mejor, «pero todavía necesita descanso o paz». También explicaba que «hay fatiga, no solo física, que solo se puede tratar con un periodo de descanso y seguimiento». Por ese motivo se trasladó a un centro especializado en los Alpes suizos, donde permanece desde ingresada desde hace dos meses para recuperarse del cansancio físico y emocional que le provocó su convalecencia.

En las primeras semanas, los médicos le prohibieron las visitas, pero, con el tiempo, determinaron que el contacto con su familia y, especialmente, con su marido y sus hijos, podría ser clave en la evolución de la exnadadora. Por eso, hace apenas diez días se propició el esperado reencuentro entre Charlene, Alberto de Mónaco y los príncipes Jacques y Gabriella. Se conoce como «terapia familiar» y ahí se analiza el papel que juega la paciente dentro de su familia y qué necesita cambiar en su entorno para que pueda recuperar su salud y mantenerla a largo plazo.

Los pequeños viajaron con su padre en jet privado, sorprendiendo así a su madre con algunos regalos entre los que quizá se encontraran los dibujos que exhibieron desde el balcón en el pasado Día de Mónaco. Su visita parece haber favorecido en el tratamiento y en la terapia de Charlene, que en las últimas semanas ha experimentado una notable mejoría, sobre todo, en lo que concierne a su peso.

De Sudáfrica vino extremadamente delgada y ahora ha demostrado haber ganado algún que otro kilo. Actualmente solo sueña con regresar cuanto antes a su hogar junto a los suyos, pero para ello parece que de momento tendrá que esperar. Se desconoce cuándo se producirá el regreso y si retomará sus habituales labores dentro del Principado. Hasta entonces, sus funciones están siendo cubiertas por sus cuñadas, Carolina y Estefanía, que se han convertido en el principal apoyo del príncipe monegasco.

No ha hecho declaraciones al respecto. Tan solo ha compartido en su perfil de Instagram un vídeo que ha realizado la fundación benéfica que abandera y en la que se le felicita el cumpleaños de la manera más cariñosa posible. Durante más de dos minutos se suceden las fotos en orden cronológico con alguno de sus mejores momentos, su adolescencia junto a sus hermanos, su etapa escolar, sus primeros logros deportivos en la natación, su triunfo como deportista de élite.