Fue con tan solo 18 años cuando Carmen Lomana abandonó España para buscar una nueva vida en Londres. Allí conoció al que se convertiría en su marido, Guillermo Capdevilla, que provenía de una familia burguesa de Santiago de Chile que tras el golpe de Estado de Pinochet se fueron a vivir a Europa. Después de una temporada en Chelsea, se mudaron a España, donde triunfó y se convirtió en uno de los referentes y en el pionero del diseño industrial del País Vasco en los años 80. Carmen Lomana se quedó embaraza de un niño que nunca llegó al mundo porque sufrió un aborto y, poco tiempo después, Guillermo Capdevilla perdió la vida en un accidente de coche tras 25 años de matrimonio, en 1999. «Fue muy difícil y duro gestionar todo esto. No quería vivir, no me interesaba. Con lo vitalista que soy yo», reconoció. «Todos solemos tener una persona en la vida que nunca se olvida», comentó.