Lorenzo Caprile atribuye el fracaso del matrimonio de la Infanta Cristina a un posible ‘mal fario’ de su vestido de novia

La quinta temporada de Maestros de la costura está a punto de arrancar. Será el próximo 22 de febrero cuando Raquel Sánchez Silva y los miembros del jurado regresen a la pequeña pantalla dispuestos a seguir conquistando a una audiencia que ya se muestra inquieta por conocer a los nuevos concursantes de esta nueva entrega, así como las sorpresas que el programa tiene preparadas para esta próxima edición.

El pasado lunes el equipo del formato acudió a la presentación de la nueva temporada, donde todos y cada uno de ellos protagonizaron una rueda de prensa en la que dejaron grandes titulares. No obstante, una posterior entrevista con un reducido grupo de reporteros hizo que la atención se pusiese en Lorenzo Caprile.

El diseñador comparte una buena relación nada más y nada menos que con la Infanta Cristina, ya que fue él quien diseñó su vestido de novia para su boda con Iñaki Urdangarin. Y es que, teniendo en cuenta que los exduques de Palma forman parte de la actualidad mediática, el modisto no ha podido evitar caer en la tentación de opinar sobre la polémica que rodea al todavía matrimonio desde que Lecturas publicase en exclusiva unas comprometedoras fotografías del exbalonmanista en una actitud cariñosa con otra mujer, una compañera de trabajo llamada Ainhoa Armentia.

Lo cierto es que en un primer momento Caprile trató de soslayar las comprometedoras preguntas de la prensa, pero un poco de insistencia fue suficiente para que el diseñador terminase expresando su pesar ante la desagradable situación que vive la hija del Rey Juan Carlos en la actualidad: «Qué pena que no se haya mantenido», confesó cabizbajo y con la mirada perdida.

Tratando de ser prudente y comedido, Lorenzo también hizo alusión al vestido que confeccionó a la hermana del Rey Felipe VI para el que se puede considerar uno de los días más especiales de su vida. De este modo, planteó el posible mal fario que podría haberle dado la comentada prenda de seda con corte imperial y manga larga a la Infanta: «Yo con las novias que han pasado por el taller, lo primero que les pregunto es: ‘¿Te ha traído suerte mi vestido?’ y cincuenta – cincuenta, a muchas sí y a otras no y bueno, Doña Cristina ha caído en las que no, qué le vamos a hacer» lamentó.

No obstante, no quiso seguir profundizando en el tema, por lo que decidió desviar la atención y cambiar de tema mostrando así cierta incomodidad a la hora de abordar el tal escandaloso asunto.

No es la primera vez que el respetado diseñador hace referencia a un diseño que, tal y como ha señalado en más de una ocasión, marcó un antes y un después en su carrera. El nombre de Caprile apareció en todas las portadas del 4 de octubre de 1997, la fecha de la boda de Doña Cristina, lo que supuso un punto de inflexión en su trayectoria profesional. El vestido no solo dio la vuelta al mundo, sino que además le hizo consolidarse en el fastuoso mundo de la alta costura pese a que, según aseguró en Planeta Calleja, «después de eso se me fue la olla».

Visualizó la derrota y su decadencia por su extraña y particular manera de afrontar el éxito. Sin embargo, el vestido que diseño para Cristina de Borbón y la confianza que depositó en él la todavía esposa de Urdangarin le hizo adentrarse en la Casa Real. Gustó tanto, que enseguida incorporó a su cartera de clientes nombres de referencia como el de la Infanta Elena y el de la Reina Letizia, que también se han puesto en sus manos en más de una ocasión. Es por esto por lo que siempre le estará eternamente agradecido: «A Doña Cristina le debo mucho. Cuando se casó yo era un mindundi y ella era una infanta de España. Podría haber elegido a cualquiera», confesó a Jesús Calleja.