Amancio Ortega compra un barco de 182 millones de euros

Amancio Ortega siempre ha presumido públicamente de la gran pasión que siente por la navegación, de ahí que sus navíos hayan cobrado mayor atención por parte de los medios de comunicación.

Hace apenas unos meses, el fundador de Inditex se convertía en noticia tras vender una embarcación bautizada como Drizzle nada más y nada menos que por 76 millones de euros. Sin embargo, lo que nadie esperaba es que el magnate español se fuese a hacer tan pronto con una nueva adquisición que mucho tiene que ver con la exclusividad en lo que a barcos se refiere.

Y es que, según Forbes, el leonés se ha decantado por un yate de lujo, mucho más moderno y vanguardista que el anterior. Sin duda, este se convertirá en uno de sus bienes más preciados y, aunque hasta el verano de 2024 no lo tendrá en sus manos, ya se conocen sino todos, casi todos los detalles de esta llamativa embarcación llamada Proyect 2024.

Tal y como recoge la citada publicación, Amancio hará un desembolso de 182 millones de euros por este barco que ha encargado a Feadship, un astillero holandés que contará con la ayuda del estudio Nauta Design para fabricar los que parece ser un megayate de 72 metros de eslora planteado, según apuntan en la compañía, desde un concepto familiar, cómodo y eficaz. Así, el magnate ha solicitado que los espacios abiertos vayan en consonancia con los cerrados, de tal manera que la repartición quede perfectamente equilibrada.

La nueva joya de la corona del empresario español tiene todos los ingredientes para hacer de la vida de la familia Ortega algo mágico y especial. Surcarán los mares a bordo de un exclusivo navío que alberga diferentes estancias, algunas comunes y otras hasta ahora nunca vistas. Amancio podrá escapar de la rutina y vivir unos días de relax y desconexión gracias a todas las comodidades que ofrece la embarcación, tales como el jacuzzi rodeado de cómodos sofás, la piscina de tres metros situada en la cubierta inferior, o el parque infantil ideado para los más pequeños. Le sigue un denominado club de playa, un cuarto de estar y una terraza abatible en el lado de estribor. Además, la cubierta inferior estará dotada de dos alas plegables con las que poder aumentar un 80% la superficie del yate y de dos escaleras que conectan esta parte del barco con el área de popa de la cubierta principal.

Por otra parte, el interior se distribuye en varias estancias, entre las que predominan un amplio salón y la suite principal, dotada del dormitorio, dos vestidores y un salón con acceso directo a la proa de la cubierta superior. Todo lo necesario como para poder alojar a 18 miembros de la tripulación, incluido el capitán.

En cuanto a la decoración destaca la madera, el bambú y la rafia, materiales que evocan a la naturaleza dentro de la modernidad. «Parte de un conjunto de diseño para reforzar su relación con el entorno local», apuntan desde la factoría.

Y es que este yate apunta maneras a ser mucho más atractivo que el anterior, aunque tampoco dejaba nada que desear. Drizzle contaba con 69 metros de eslora y capacidad para doce personas distribuidas en siete camarotes. Entre las estancias destacaban el gimnasio, varios comedores tanto interiores como al aire libre y un exclusivo salón principal.