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El día que Lady Di se convirtió en «la Princesa triste»
El 15 de junio de 1992 vio la luz la biografía de Andrew Morton, donde revelaba su depresión, bulimia e intentos de suicidio por las infidelidades de su marido
La sombra de Diana de Gales sigue siendo alargada aunque hayan pasado más de dos décadas de su fatídica muerte en el puente de l’Alma de Paris. Tal día como hoy, pero de hace treinta años, se publicó, de hecho, el libro que cambiaría el rumbo de la monarquía británica por poner en conocimiento público cómo era realmente su historia de amor con el Príncipe Carlos. Gracias a Diana: su verdadera historia supimos que la Princesa estaba deprimida, que sufría bulimia nerviosa, que su marido la engañaba con Camilla Parker Bowles y que había pensado en suicidarse hasta en cinco ocasiones.
El artífice fue Andrew Morton, que aseguró a la prensa que tenían previsto publicar el libro en septiembre de 1992, pero creyeron que, para entonces, «Diana ya habría sido excluida de alguna forma de la familia real». Decidieron hacerlo tres meses antes, el 15 de junio de 1992, coincidiendo además con la tradicional investidura de la Orden de la Jarretera en el castillo de Windsor. Ese día, Diana de Gales acudió a la ceremonia con su marido con un semblante serio y la mirada cabizbaja, algo que los medios interpretaron como un síntoma de la aparente tristeza por su vida conyugal.
Nadie esperaba por aquel entonces que ella misma había dinamitado la publicación del libro, que en un solo día agotó la primera edición de 100.000 ejemplares. Convertido en un éxito editorial, fue denostado al principio por la prensa. Los medios ingleses veían con incredulidad una publicación semejante e inédita en los terrenos reales, ya que nadie nunca había hablado con tanta crudeza de la infelicidad en Buckingham.
La sospecha de la mentira se hizo más palpable durante las siguientes semanas. Ni la Reina ni nadie de su entorno –continuando con su política de no intervención– hizo ningún comentario sobre las revelaciones publicadas. Tan solo aseguraron que la Princesa no había cooperado de «ninguna manera» con la explosiva biografía. El hecho de que los días siguientes la pareja hiciese acto de presencia en las carreras de Ascot y la boda de lady Helen Windsor y Tim Taylor derrumbaba las hipótesis de Morton, quien, harto de las acusaciones aseguró que su libro no se basaba en rumores, sino en entrevistas a personas de confianza de Lady Di.
«No hay ninguna conspiración, ni ella pretende utilizar contra nadie lo que se revela en mi libro. Fueron sus amigos quienes pensaron que era necesario hacer pública la auténtica situación en que se encuentra la princesa Diana», explicó el periodista, para quien los supuestos cinco intentos de suicidio «fueron en realidad desesperadas peticiones de ayuda».
Igual que el libro, aunque de momento él no quisiera reconocerlo de forma pública. La Princesa contactó con Morton para contar su versión de la historia. Comenzó a enviarle cintas grabadas revelando su inestabilidad emocional. James Colthurst, un prestigioso cirujano amigo de la Princesa hacía de intermediario entre Buckingham y Morton, que escuchaba las cintas en lugares públicos para no levantar sospechas. «Cuando encendí la grabadora y escuché a la princesa hablando de la bulimia nerviosa, de la que nunca había oído hablar; hablando de sus intentos de suicidio; hablando sobre una mujer llamada Camilla Parker-Bowles... Fue como entrar en un universo paralelo», explicó Morton en 2017, cuando publicó una edición actualizada del libro.
La princesa describía también cómo se sintió «encogida hasta la nada» en los meses previos a su boda, en julio de 1981. «La bulimia comenzó una semana antes del compromiso. Mi marido puso una mano en mi cintura y dijo: `Un poco gordita por aquí ¿verdad?'. Eso disparó algo en mí. La primera vez que me midieron para el vestido nupcial tenía 73 centímetros de cintura. El día que me casé, medía 60 centímetros», indica la princesa en esas grabaciones. «Sentí que era un cordero en dirección al matadero».
Lady Di se saltó el rígido protocolo que dictaba el comportamiento de la realeza con sus declaraciones y solo seis meses de la publicación el primer ministro John Major leyó un comunicado de los Príncipes de Gales anunciando su separación, aunque no se divorciaron legalmente hasta el 28 de agosto de 1996.
La erupción del volcán terminó de dinamitarse cuando el 20 de noviembre de 1995 se emitió la entrevista que Lady Di hacía concedido a la BBC. Más de veinte millones de espectadores vieron cómo el periodista Martin Bashir le preguntaba a la Princesa cuáles eran los motivos de su separación y esta le respondía: «Éramos tres en este matrimonio. Había demasiada gente». Solo dos años después, moría de forma precipitada, acabando con el cuento de hadas que la hizo Princesa, pero la convirtió en leyenda.