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Llanes, en Asturias

Llanes, en AsturiasGTRES

Qué debes hacer y qué debes evitar en los destinos estrella del verano

Llanes, Sanxenxo, Málaga y Palma merecen ser disfrutadas como si fueras un autóctono del lugar

No esperes encontrar aquí las recomendaciones estándar de las guías de turismo. Estas cuatro ciudades, destinos de vacaciones, merecen ser disfrutadas como si fueras un autóctono del lugar. Esa es mi propuesta. Imagínate que llamas a un amigo de allí y le pides que te haga diez recomendaciones sobre lo que sí y lo que no debes perderte. Pues aquí las tienes.

En Llanes, Asturias

Además de hacerte el selfi del verano en los cubos de la memoria de Agustín Ibarrola en un espigón del pequeño puerto de Llanes, tienes 30 playas en el municipio para no repetir ningún día. Es obligado recorrer el paseo peatonal de San Pedro. Un llanisco, como Miguel Marinero, lo recorre al amanecer y se sienta en el banco más bonito del mundo con vistas al acantilado, pero a un veraneante se le permite hacerlo a cualquier hora del día. Zapato cómodo, por favor. Es imprescindible tomar un culín o dos de sidra por el centro de la Villa. Hacer una ruta hasta el pico Turbina de la imponente sierra del Cuera que protege a Llanes y luego, en los alrededores del puerto, comerte una buena rodaja de bonito a la plancha o un San Pedro y llévate la caja de pañuelos porque llorarás de la emoción.

Lo que debes evitar:

De ninguna de las maneras puedes llevar tanga en la playa. Ni ponerte pantalones de colorinchis y las ropas ajustadas tipo fuet, todo ese repertorio de prendas deben de ser descartadas de la maleta llanisca. La ostentación con cadenas de oro y similares te señalarán como un personaje extraño en la ciudad. No se ven hombres con mechas en el pelo paseando por Llanes, así que evítalas durante tu estancia allí y las camisas hawaianas, aunque se practique mucho el surf, no se aconsejan en el día a día. Es una villa del Norte y eso marca un estilo.

Sanxenxo, Pontevedra

King Juan Carlos in Sanxenxo, May 22 2022.

SanxenxoGTRES

Sanxenxo es una villa costera gallega que tiene vida más allá de la náutica y del Rey Juan Carlos en sus regatas por la ría.

Casi me salen más cosas que hacer para disfrutar de la villa, que las que hay que evitar.

De hecho, excepto los atentados contra el buen gusto y la educación o el toples, no se me ocurren cosas a evitar en Sanxenxo. Para empezar no debes perderte las playas de Foxos, Pragueira y Silgar. Imprescindible ir a Varadero de cañas. Hacer o mirar cómo hacen surf en la playa de la Lanzada, que además tiene una ermita muy bonita. Recorrer Silgar hasta Punta Vicaño e incluso ir a Portonovo. Por cierto, que en punta de Vicaño hay un bar con vistas para desayunar o merendar que está genial. Darse una vuelta por el Mercadillo de Porto Novo, siempre picarás con algún tesoro. Probar los gofres de 5 y pico, crean adicción. Dar una vuelta por el puerto y si ves el barco de Amancio, intenta colarte. Al fin y al cabo Inditex somos un poco todos y yo que he hablado con él un par de veces, puedo decirte que es muy normal. Date un homenaje con una mariscada, en Sanxenxo sí se puede y se debe. Esas navajas, ese pulpo a feira pasarán a tu registro de buenos recuerdos. Subir el paseo del Faro. Ver las lápidas de la Panadeira. Hazme caso, no es nada escabroso. Bañarse en la ría y ver las dos iglesias la de arriba y la de abajo.

Málaga

Vista de Málaga

Vista de MálagaGTRES

Málaga, es la capital de la Costa del Sol y una ciudad fascinante con un nivel cultural y de calidad de vida altísimo.

Así que no puedes celebrar despedidas de soltero. No están bien vistas, porque la ciudad recibe un turismo de calidad y ese, salvo excepciones, no lo es.

No puedes llevar aparatos sonoros, ni instrumentos en el centro histórico porque es zona ZAS y están siendo implacables contra el ruido. Te multan fijo.

No puedes usar patinetes ni bicicletas por zonas no autorizadas.

No puedes hacer ruido en las viviendas turísticas. Hay colocados sonómetros en más de mil alojamientos.

No puedes beber en la vía pública, si no es en terrazas autorizadas. Si sois más de cuatro se considera botellón y la policía puede multaros. Por favor, viste con decoro, hay camisetas y pantalones cortos que deberían estar prohibidos por ley y Málaga es una belleza, hazle los honores.

A cambio, no te puedes ir de la ciudad sin disfrutar de su magnífica oferta cultural, única, singular y completa. Quién tiene un museo Thyssen, un Pompidou, un Picasso, uno de coches antiguos y de Moda, de vinos, de música, y así hasta cuarenta. Además sus museos son verdaderos oasis donde refugiarse del calor

Pasear por su SoHo es ver los grafitis de artistas de medio mundo en los edificios del barrio así llamado y si vas por la tarde puedes terminar disfrutando de un espectáculo en el teatro de Antonio Banderas.

No te puedes ir de Málaga sin visitar el jardín botánico histórico de La Concepción. Tampoco debes perderte los conciertos al aire libre que hay en el castillo de Gibralfaro, con la ciudad a tus pies. De pequeña subíamos en uno de esos coches de caballos que están en la Alameda principal, igual ahora te insultan por intentarlo. Puedes ver los fuegos artificiales, que inauguran la feria de agosto, desde el mar por 25 euros con copa de cava incluida.

Y no puedes irte de Málaga sin disfrutar de su increíble oferta gastronómica, ya sea en la playa con sus espetos asados en la barca, su bienmesabe y su gazpacho o en los restaurantes de alta gastronomía.

Y si a eso le unes beberte una horchata casi granizada en Casa Mira de la calle Larios, el chocolate con churros de Casa Aranda y las tiendas de especias por el mercado de San Miguel, el planazo es total en una ciudad que se sale de bonita.

Palma

Palma de Mallorca

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La capital de la isla es, en palabras del Rey Felipe VI, que veranea desde pequeño en el palacio de Marivent, un paraíso en la tierra. Así que aprovecha y empieza por el lugar más alto y más cercano del Cielo, la catedral y sus terrazas. Te ofrecen una panorámica única e impresionante y si coincide con el día 2 del 2 o el 11 del 11 se produce la magia de la luz.

Conocer los baños árabes es algo imprescindible. Callejear por el casco antiguo y comprar en su comercio local. Por ejemplo, un capacho de mimbre o unas zapatillas de esparto, como las que encarga la reina Sofía todos los años y si te entra hambre, no lo dudes: prueba la coca de patatas que, aunque las superbuenas estén en Valldemosa, en las panaderías antiguas te sabrán genial. Subir al castillo de Bellver y visitar Sa Llotja de Palma y no te digo más para que te pique la curiosidad y lo pongas en tu lista de deseos. Y atento a los amaneceres y atardeceres porque la canción dice que Sevilla tiene un color especial, pero eso es porque el letrista no había estado en Palma.

Ir a los jardines de Alfabia, que, aunque no estén en Palma capital sería una lastima no disfrutarlos con una limonada bien fresquita. Y advierto que son una fuente de inspiración y nunca se sabe a quién te puedes encontrar por sus paseos….

Y lo mejor es que evites las grandes superficies e inclínate por las magníficas tiendas originales del pequeño comercio. Lo mismo en la gastronomía: no acercarse al mercado de Santa Catalina a probar butifarrones o arroz con pescado en Portixol, la zona que le gusta a la Reina Letizia, sería un lamentable error. Y hay quien le tiene aversión a las galeras. Algún amigo mallorquín me he encontrado haciendo campaña para salvar a los pobres caballos que exprimen en los paseos en galeras y por supuesto, ni una despedida de soltero ordinaria, ni portarse como un hooligan 'saltabalcones' en Magaluf. Eso no, por favor.

Palma es una ciudad elegante, con bellísimos edificios, muchos modernistas, cuidada y con buen gusto que no merece recibir hordas de hooligans disfrazados y borrachos y más cuando desde su bahía ves el imponente trasatlántico que es su catedral y el vecino palacio de la Almudaina, abierto al público. Un hooligan ahí no tiene sentido.

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