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Isabel II no quería que Meghan fuese la protagonista del funeral de su maridoGTRES

Casa Real

El nuevo frente abierto entre Meghan Markle y la Reina Isabel II

La edición dominical del periódico The Sun publicó un pequeño avance del libro Venganza: Meghan, Harry y la guerra entre los Windsor, que a juzgar por el revuelo que ha causado con unos pequeños pasajes, causará sensación cuando se publique el próximo 21 de julio. La población inglesa –y gran parte de la del mundo– espera con ansias el nuevo libro del considerado como mejor biógrafo de la familia real: Tom Bower. Lo cierto es que quiera o no cada publicación que lleva a cabo levanta asperezas y genera más controversia dentro de Buckingham.

A falta de conocer el contenido completo del libro, que será publicado por entregas en The Sun y The Times, el reconocido periodista de investigación ha creado controversia en torno al funeral del fallecido duque de Edimburgo. El 17 de abril de 2021, la Reina Isabel se dirigía de forma inequívoca a una de las situaciones más difíciles de su vida: despedirse de su marido durante más de 80 años. Al profundo duelo al que se enfrentaba, se sumaba la inestabilidad de la Corona británica tras la entrevista de Oprah Winfrey y a los duques de Sussex y que sacó a la luz muchos trapos sucios.

El matrimonio confesó lo coartado que se sintió hasta que decidió abandonar la Corona y trasladarse a California para alejarse de las polémicas. Si al principio eran los continuos ataques a Meghan de varios miembros de la familia y, especialmente, de los tabloides británicos, después fue el supuesto interés del Príncipe Carlos en el color de piel de sus futuros nietos.

Buckingham decidió seguir su política de no intervención en estas materias y no hacer pública ningún tipo de declaración al respecto. Sin embargo, el nuevo libro de Bower desentraña que, en realidad, los problemas se barren dentro de casa (o de palacio) y que la Reina emitió una desafortunada frase mientras se preparaba para ir a la capilla de San Jorge momentos antes del entierro de su marido: «Gracias a Dios que Meghan no vendrá».

Los duques de Sussex alegaron que Meghan no asistiría después de que los médicos le aconsejasen no volar dado su avanzado estado de gestación. Sin embargo, la publicación de esta información deja entrever que la realidad pudo ser bien distinta y, en realidad, no viajó a Reino Unido dada su aparente enemistad con la Reina. Otras hipótesis apuntan a que la otrora actriz decidió no acudir para no empañar con su protagonismo el que debía tener la Reina en un momento tan delicado como el entierro de su marido.

Un año después de su muerte, organizaron un funeral en memoria del duque de Edimburgo, al que sí pudieron acudir representantes de las Casas Reales. No sorprendió tanto que faltase Meghan, pero que sí lo hiciera el Príncipe Harry. Que se perdiese el homenaje a su abuelo justo un año después de su fallecimiento es especialmente significativo, ya que en 2021 no se le pudo rendir tributo como merecía –con la presencia de dignatarias, políticos y miembros de las asociaciones en las que participaba el consorte– por la covid.

La decisión pudo verse motivada por el riesgo de seguridad que el Príncipe ve al viajar a Inglaterra, ya que, al no pertenecer a la Casa Real, no tiene derecho a la misma protección y seguridad que otros miembros. Sí que asistió, en cambio, a los juegos Invictus dos semanas después del servicio religioso en honor del Príncipe Felipe.

La Reina Isabel el pasado 29 de marzo en Westminster, donde tuvo lugar el homenaje al duque de EdimburgoGTRES

El noviazgo con Harry, a examen

Otro de los puntos a tratar en el nuevo libro será el noviazgo de los duques. Al parecer, nuevas revelaciones indican que los amigos del hijo de Lady Di desaprobaban por completo la relación y le reprocharon de forma continua ser un «jodido loco» por mantener una relación con la actriz norteamericana.

Al parecer, según relata el autor, la pareja estaba con unos amigos en un campo de tiro en Sandringham. En cierto de la fiesta los compañeros de Harry comenzaron a tener salidas de tono pesadas y de dudoso gusto. Tal y como detalló Bower en su día en el Daily Mirror: eran «bromas interminables», que involucraban «sexismo, feminismo y personas transgénero».

El fragmento del libro publicado ahora recoge que la actriz se mostró en total desacuerdo con estas bromas «políticamente incorrectas» e «inapropiadas» y no dudó en «desafiarles», «reprendiéndoles una y otra vez». La actitud de la duquesa llamó, a su vez, la atención de los amigos de Harry y pensaron que no tenía ningún tipo de sentido del humor. «Harry debe estar jodidamente loco», confesaron.