Camilla Parker Bowles cumple 75 años: la valiente confesión sobre su pasado

Las lágrimas derramadas por Lady Di empañaron demasiados años la Corona británica, pero el tiempo pone todo en perspectiva, incluido el exceso de sentimentalismo ñoño de la calle que cargó contra una mujer llamada Camilla Parker Bowles, a la que retrataron como la villana de un infausto cuento del que hoy ya nadie se acuerda. El pueblo británico ha hecho las paces con la esposa de Carlos Inglaterra, quien confió en su trabajo y prudencia como mejores aliados para demostrar quién era, más allá de la amante vilipendiada. Hoy cumple 75 años, con el respaldo tanto de la Reina Isabel II, como del ciudadano de a pie y los medios de comunicación.

Camilla Parker Bowles se ha vuelto omnipresente en la última semana, concediendo entrevistas, protagonizando portadas y dejándose agasajar en actos oficiales por su cumpleaños. La revista The Oldie (El Viejecito), una curiosa publicación que exalta la senectud y los logros de los provectos, le organizó una fiesta en el Club Liberal Nacional. Entre los invitados, el actor Jeremy Irons, la modelo Twiggy o el presentador de la BBC y exdiputado Gyles Brandreth. «De un modo dulce, has llegado a pensar que estabas aquí por ser quien eres. En realidad, estás aquí por lo mayor que eres», bromeaba Brandreth.

Ha participado también en el último número de la revista Country Life, dedicada a la vida campestre, en la que aparece en unas imágenes tomadas por su cuñada Kate Middleton. En la publicación, se refleja el amor de la duquesa por los caballos y los perros. «Su Alteza Real es una apasionada mujer de campo y estamos encantados con que siga la estela de su marido al presidir esta edición conmemorativa», puede leerse.

El homenaje más fashion e íntimo se lo brindan desde Vogue, con una amplia entrevista realizada en Clarence House, la residencia londinense del matrimonio y sede administrativa del Príncipe de Gales. Camilla se pronuncia sobre su pasado, sin tapujos, y las dificultades que vivió. «No fue fácil. Fui escrutada durante tanto tiempo que tuve que encontrar una manera de vivir con ello. Nadie disfruta sentirse observado durante tanto tiempo, y criticado…», confiesa al periodista Giles Hattersley. «Pero creo que, al final, logré superarlo y salir adelante. Debes seguir viviendo tu vida», cuenta.

Le costó años reparar el daño que le ocasionó la frase pronunciada por Lady Di: «En mi matrimonio éramos tres, estaba algo abarrotado». No solo logró sobreponerse, sino que lo hizo con nota, ganándose el respeto y la confianza, representando a la Corona sin un mal gesto, a diferencia de otros miembros de The Firm. La Reina es consciente de ello y se lo agradeció públicamente en febrero, al inicio de las celebraciones de sus 70 años de reinado. Expresó su deseo de que su nuera fuera llamada «reina consorte» cuando llegara el momento de la sucesión.

Los que dudaron de la historia de amor de Camilla y Carlos y la tildaron de capricho se confundieron. Han formado un sólido matrimonio tras su discreta boda, el 9 de abril de 2005, en el Ayuntamiento de Windsor, y una larga historia de amor que se remonta a décadas atrás. A pesar de sus intensas agenda, mantienen una envidiable conexión. «Siempre tratamos de tener un punto en el día para reunirnos. A veces es como si fuéramos dos barcos que se cruzan en la noche, pero al final siempre nos sentamos juntos, tomamos una taza de té y hablamos sobre nuestro día», confesaba en Vogue.

Camilla (de apellido de soltera Shand) y el Príncipe Carlos se conocieron en 1970, durante un partido de polo en Windsor Great Park. Él tenía 21 años; ella, 23. Con ese punto pícaro y descarado que esconde le espetó: «Mi bisabuela y tu bisabuelo fueron amantes. ¿Qué te parece? ¿Cómo lo ves?». No se lo pensó dos veces y cedió a su insinuación. Vivieron un bonito romance, lástima que acabase cediendo a los consejos de los consejeros de Palacio, que le empujaron a casarse con una mujer a la que nunca quiso. La vida les dio una segunda oportunidad, que han sabido aprovechar.