Crónica social de la semana
La mano negra detrás de la muerte de Mario Biondo
Esta semana la justicia italiana ha archivado el caso por la muerte del cámara de televisión, pero sugiere que efectivamente fue asesinado, como siempre sostuvo su familia
Nueve años después de que apareciese el cuerpo sin vida de Mario Biondo ahorcado en una estantería, en su casa de la madrileña calle Magdalena, las dudas pesan más que las certezas. Un caso del que nunca se ha dejado de hablar y que esta semana ha dado un giro después de que un juez de Palermo haya archivado el caso por supuesto homicidio, pero invalidando la teoría del suicidio y deslizando que efectivamente fue un asesinato. Una puerta de esperanza que se abre para sus padres Giuseppe Biondo y Santina D'Alessandro, quienes siempre lucharon para que se demuestre que no se quitó la vida.
En el escrito del juez se pone el foco en su viuda Raquel Sánchez Silva, de la que siempre sorprendió su frialdad y distancia que tomó respecto al caso. Se detallan las «innumerables contradicciones de las declaraciones de la viuda de Biondo». Y señala que, en su opinión, «deberían haber inducido a los investigadores españoles a establecer de inmediato escuchas telefónicas y ambientales para obtener todos los elementos posibles útiles para averiguar la verdad de los hechos».
Los padres de Mario han aprovechado el vendaval informativo para hacer un tour de entrevistas en las que han dejado claro que Raquel Sánchez Silva debería dar alguna explicación. Pero quizá la confesión más inesperada sea la que atribuye la posible autoría del crimen a personas muy poderosas en España. También señalan a la existencia de una mano negra que ha procurado un apagón informativo sobre el caso tanto en las televisiones españolas como italianas.
¿Tami o Georgina?
El estreno del reality de Georgina disparó la venta de longanizas en Graus y subrayó el interés turístico de la olvidada Jaca. Ese fotograma de la novia de Cristiano encaramada al mostrador de la tienda de embutidos Aventín quedó fijado en la memoria de una audiencia que también quiso sentirse diva por un día con algo tan mundano como hincar el diente a una secallona. Del universo de Georgina todo nos parecía nuevo porque cuando vendía bolsos en Ortega y Gasset no sabíamos que existía. Su evolución hacia esa riqueza hortera plasmada en chándales de Gucci y biquinis fluorescentes logró atrapar al espectador aunque no sepamos muy bien por qué.
Los creadores del reality de Georgina han intentado reproducir el éxito con un personaje en las antípodas de Georgina; Tamara Falcó, La Marquesa. El problema radica en que ya la conocemos demasiado. Nadie puede esperar grandes sorpresas de Tamara Falcó porque como bien dice ella casi toda su vida está contada en las portadas de ¡Hola!. El único ingrediente reciente es su noviazgo con Iñigo Onieva, un chico sobre quien pesó la sombra de la infidelidad, como se encargan de explorar en el primer episodio.
El morbo lo aportan, en definitiva, los personajes secundarios como Vargas Llosa que no sabía quién era Jimmy Choo antes de empezar a salir con Preysler.
Ponce no quiere boleros
Sin confirmarse ni desmentirse los rumores de romance entre Paloma Cuevas y Luis Miguel, sorprende que el único que se pronuncie al respecto sea Enrique Ponce. El torero parece encantado de verse en las portadas de las revistas y este verano, a falta de foto en el cocodrilo hinchable con su joven novia, ha decidido hablar sobre el amigo especial de su exmujer.
«No tengo relación con Luis Miguel desde que me separé», asegura en la revista Semana. «La relación está fría desde que me separé porque él tomó más partido por la otra parte», añade. Unas palabras que han sorprendido por su dureza y por el momento en que las pronuncia.