Las polémicas zapatillas deportivas de los Macron en la capilla ardiente de Isabel II

No hay nadie más rápido en señalar tu fallo o defecto que un rival directo. Y eso le ha ocurrido a Emmanuel Macron al ocurrírsele acudir al velatorio de la Reina Isabel II de Inglaterra en zapatillas deportivas. Sus rivales políticos franceses, desde Eric Noirez, de Union pour la France o Alexis Villepelet de Debout la France han corrido a criticarle. Los británicos y las redes sociales han hecho el resto.

La explicación del presidente de Francia para excusar que tanto su esposa Brigitte como él mismo acudieran en zapatillas de deporte negras al velatorio de Isabel II en Westminster Hall previo a la reunión de gala organizada por Carlos III en Buckingham, no fue otra que la de contar que iban de incógnito por Londres. El tema, harto difícil de creer visto el número de guardaespaldas y fotógrafos que les rodeaban, no es de recibo, pues tratándose de un jefe de Estado lo mínimo sería un protocolo de traje oscuro o negro con zapatos de cordones tipo Oxford o –en todo caso– con unos mocasines de tipo Sebago.

Conocen bien los Macron en protocolo y están muy bien asesorados siempre. Brigitte Macron viste marcas francesas y siempre lleva el calzado y los accesorios más adecuados. Es por tanto difícil saber si la idea fue de Macron, que últimamente está tentado de posar en plan Volodimir Zelenski o de Brigitte, para adoptar una de las modas más irrefrenables del siglo XXI, que radica en el uso de la zapatilla deportiva en casi toda circunstancia. En cualquier caso, cuando se representa a una población de 68 millones de franceses, de toda edad, ideología y estilo, lo correcto es no salirse de las normas establecidas. De lo moderno a lo incorrecto también hay solo un paso.