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El gesto espiritual de Íñigo Onieva que vuelve a conectarle con Tamara Falcó
En su última reaparición pública frente a los medios, el empresario lució una cruz colgada al cuello con la que quizá trató de mandarle un mensaje secreto a la marquesa de Griñón
La reacción de Íñigo Onieva a todo lo ocurrido en su relación con Tamara Falcó era uno de los acontecimientos más esperados por los medios de comunicación en los últimos tiempos. Esta llegó el pasado 9 de octubre, jornada en la que, respaldado por gran parte de su familia, el empresario dio la cara frente a la prensa con un único objetivo: pedir disculpas públicamente a la marquesa de Griñón y a su familia, por todo el daño que les haya podido causar el comentado vídeo en el que aparecía besando a otra mujer durante un festival, y cuando todavía estaba con la hija de Isabel Preysler. Una polémica infidelidad que, además de provocar su ruptura definitiva con la que él pretendía convertir en su esposa, pasó factura a su propia imagen.
«Aprovecho para pedir perdón de nuevo a Tamara, lo haré las veces que haga falta. Es algo que me tiene totalmente destrozado y de lo cual me arrepiento, el haberla hecho daño y haberla fallado», reconocía visiblemente arrepentido. Además, Íñigo también aprovechó la ocasión para pedir a los periodistas que respetaran la privacidad de los suyos, y más aún en estos momentos tan delicados.
Sus palabras enseguida empezaron a ser recogidas por diferentes medios de comunicación, los mismos que pasaron por alto el posible significado del colgante que lució en su cuello, a excepción de Look. En la que tal vez fuera su reaparición más esperada, Onieva mostró una cruz, algo que, según el citado digital, podría tener un significado oculto que pudo volver a conectarle, en cierto modo, con Tamara Falcó.
Se trataba de una cruz de madera con forma de t, que representa a la Tau, la última letra del alfabeto griego y un símbolo que se solía poner en la frente de la población más desfavorecida de Israel, con el fin de salvarles del exterminio. En definitiva, un objeto que simboliza la protección contra el mal y que se ha constituido como la seña de identidad de muchos cristianos, pues este era uno de los más representativos de las crucifixiones que se llevaron a cabo durante el Imperio Romano.
Tal y como recoge el medio, la Tau también comparte un vínculo muy estrecho con San Francisco de Asís, ya que esta fue muy utilizada por la iglesia católica durante la época franciscana. Y es que, teniendo en cuenta que este es uno de los santos más importantes para la ganadora de MasterChef Celebrity, el digital señala este como el principal motivo por el Onieva se habría colgado esta cruz al cuello. Un gesto a través del cual la pretensión del empresario pudo ser intentar conectar nuevamente con la que fuera su prometida, esta vez, mediante la fe que tanto ha marcado su vida durante los últimos años.
No obstante, Íñigo también podría haber recurrido a este objeto, aparentemente simple, pero con una doble cara y mucho significado, en su intento de buscar la ayuda de Dios para hacer que este revuelo mediático que se ha desatado a raíz de su infidelidad cese cuanto antes. Porque sí, esta ha sido la causante, además del fin de su relación, de que el ingeniero se haya visto ubicado en el centro del huracán mediático y de que se haya convertido en uno de los rostros conocidos más criticados del momento por su deslealtad a la marquesa de Griñón, quien se mostraba tan leal como enamorada en cada una de sus apariciones públicas desde que comenzó su noviazgo con el conocido empresario.