Pablo Urdangarin cumple 22 años: portavoz tras un agrio divorcio y un sueño por cumplir

Por primera vez en mucho tiempo, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin tienen algo en común que celebrar. Este martes 6 de diciembre, su hijo Pablo cumple 22 años, un acontecimiento de lo más especial y señalado que vuelve a poner al hijo más mediático de los exduques de Palma en el centro de todas las miradas.

El nieto del Rey Juan Carlos cerrará, por tanto, un año marcado por los grandes cambios en su vida tanto a nivel personal como profesional, pues, más allá de los éxitos que ha cosechado como jugador profesional del primer equipo de balonmano del F.C Barcelona, que han sido muchos y muy sonados, el mayor reto al que ha tenido que enfrentarse en los últimos meses ha sido a la polémica separación de sus padres después de 24 años de matrimonio, y, con ello, al noviazgo de su progenitor con Ainhoa Armentia. Una cuestión que también le ha llevado a dar el salto definitivo a la vida pública.

El hecho de no haber tenido nunca un perfil tan mediático como el que le ha acompañado a lo largo de este último año, también ha supuesto un gran cambio para él. Siempre había sido considerado con un joven discreto que, pese a sus altas expectativas en el mundo del deporte, nadie imaginaba que cobraría tanta notoriedad. Pero así ha sido.

Convertido en una auténtica estrella del balonmano, el sobrino del Rey Felipe VI ha conseguido hacer sombra a una buena parte de su familia, gracias, entre otras cosas, al destacado papel que ha desempeñado de manera pública ante el fin de la relación de sus padres y todo lo que esto ha conllevado. Queriendo o no, se convirtió desde el minuto uno en el portavoz del núcleo familiar, siendo el único que se ha atrevido a reaccionar a las diferentes informaciones que han ido salpicando a sus progenitores, así como a desvelar nuevos datos sobre la tan misteriosa ruptura con total normalidad.

La simpatía, la naturalidad y la soltura con las que respondía a los medios de comunicación le hicieron ganarse el cariño, ya no solo de la prensa, sino de una buena parte de los españoles, lo que le ha llevado a mantenerse en el foco mediático. Pese a ello, ha sido el único que ha sabido mantener una postura neutral entre sus progenitores, sacando la cara por ambos y repartiendo su tiempo con ellos de una forma totalmente justa e igualitaria, algo que también le ha diferenciado del resto de sus hermanos teniendo en cuenta que, según se publicó en su momento, estos tomaron partido por la Infanta Cristina desde el primer momento.

Pero la cosa no queda ahí. En este último año, Pablo también ha experimentado una notable evolución física digna de tener en cuenta. El segundo de los cuatro hijos de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha dejado de ser un niño para convertirse en un hombre de los pies a la cabeza, y ya no solo por su actitud. En la actualidad, el joven deportista luce un cuerpo más esbelto, definido y desarrollado, así como un rostro menos infantil en el que su cambio de peinado quizá también haya tenido mucho que ver.

Es evidente que este 2022 ha sido un año de grandes e importantes cambios para Pablo Urdangarin, que, totalmente volcado en su familia y en sus compromisos deportivos, encara el 2023 con nuevos propósitos, entre ellos, formar parte de la selección española de balonmano. ¿Será algo que consiga el próximo año?