Alberto y Charlene, cómplices y unidos en los previos a la Navidad por una buena causa

El Príncipe Alberto y Charlene de Mónaco han hecho frente al que tal vez sea uno de los actos institucionales más especiales de su agenda oficial. Un compromiso humanitario que les ha convertido en unos perfectos anfitriones y con el que han cumplido a las puertas de la Navidad.

El feliz matrimonio ha participado en la tradicional entrega de regalos de Navidad de la Cruz Roja a las personas más desfavorecidas del Principado, que este año ha celebrado su 40 aniversario. Ha sido precisamente allí donde los Príncipes monegascos han protagonizado momentos de lo más significativos, a través de los cuales han mostrado su lado más amable y solidario.

De este modo, han recibido en palacio a un gran número de ciudadanos necesitados con los que se han dejado ver charlando en una actitud cómplice y cariñosa, y cómo no, posando con ellos y con el personal de la asociación frente a los medios gráficos, después de hacerles entrega de los paquetes que habían preparado con mucho mimo para cada uno de ellos.

Dado que esta es una de las citas ineludibles de los Príncipes, a la que llevan asistiendo varios años, tanto el soberano como su esposa han querido sorprender con sus mejores galas de estilo working. Así, mientras el Príncipe ha causado sensación con un traje azul marino, que ha combinado con una camisa blanca y una corbata estampada en color gris, la exnadadora ha brillado con un conjunto en color camel formado por un pantalón de corte clásico, una camiseta de cuello alto en un tono más oscuro y un abrigo largo y abotonado del mismo color que el pantalón.

Sin embargo, más allá de su estilismo, lo que realmente ha hecho que la sudafricana haya acaparado toda la atención de los medios de comunicación ha sido la entrañable sonrisa que ha mostrado a lo largo de toda la jornada, prueba inequívoca de que, ahora ya sí, atraviesa una dulce etapa de su vida en la que ya se muestra completamente recuperada de su año más difícil a causa de sus problemas de salud provocados por su infección otorrinolaringológica, los cuales le llevaron a alejarse, ya no solo de la vida pública, sino también de su propia familia durante una larga temporada.

Poco a poco Charlene ha ido retomando su agenda, hasta el punto de que en la actualidad son muchos los actos que preside. Hace solo unos días, pudimos verla en la gala navideña de su Fundación, donde sorprendió con un impresionante vestido de lentejuelas y transparencias de Carolina Herrera, y también en la celebración del octavo cumpleaños de sus mellizos, los pequeños Jacques y Gabriella, una fiesta con temática japonesa de la que los Príncipes presumieron en sus redes sociales compartiendo una preciosa fotografía familiar de la velada.

En ella, más allá de la imagen de unidad que la Familia Real monegasca siempre trata de dar, Alberto y Charlene se mostraron igual de cómplices y unidos que en sus últimos actos públicos, algo con lo que, una vez más, han probado que nada hay de cierto en los constantes rumores de crisis en su aparentemente sólido matrimonio.