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La familia al completo sigue una serie de reglas, protocolos y costumbres que convierten las Navidades en unas fechas especialesGTRES

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De su paso por la báscula a comprar regalos en Harrods: las tradiciones navideñas más curiosas de la Familia Real británica

Los Windsor celebran la Navidad de una manera muy diferente a la habitual, pues, desde hace años, se rigen por costumbres un tanto extrañas a la par que divertidas

Aunque algunos piensen que la Navidad se celebra en todas las familias de manera más o menos parecida, cabe destacar que cada una de ellas tiene implantadas tradiciones propias que las hacen desmarcarse de lo que suele estar considerado 'normal'. Y si no que se lo pregunten a la Familia Real británica, que cada Navidad sigue una serie de reglas, protocolos y costumbres que la convierten en un núcleo completamente especial y algo extraño para algunos.

Se tratan de tradiciones instauradas que han conseguido pasar de generación en generación y que, aunque han ido transcendiendo de manera progresiva, hoy las hemos querido recopilar, pues, muy probablemente, también las hayan llevado a cabo esta Nochebuena y esta Navidad, las primeras que pasan sin la Reina Isabel II.

Sandringham es el lugar elegido para pasar las Navidades año tras añoGTRES

Más allá de las tradiciones más conocidas, entre las que destacan las celebraciones en Sandringham, la residencia a la que se trasladan cada año para pasar la Nochebuena y la Navidad, así como la asistencia de la Familia Real al servicio religioso que tiene lugar cada 25 de diciembre en la iglesia St Mary Magdalene de Norflok, existen otras menos sonadas, pero más curiosas, como las que establecen que las generaciones más jóvenes son las encargadas de poner, a su llegada, las decoraciones finales al árbol de Navidad principal de la casa, que la Familia Real siempre debe disfrutar del mismo menú durante la cena de Nochebuena, formado por ensalada de camarones o langosta, seguido de pavo asado y de pudin con mantequilla de brandy, o que el Rey brinde con el chef por la comida con un vaso de whisky y después de que este corte el pavo.

Tampoco pasa desapercibida la que hace referencia a que la cena de Nochebuena se trata de una cena de gala a la que no están invitados los niños y a la que los hombres deben ir con corbata negra y las mujeres con vestido largo, ni la que recoge todo lo relacionado con la entrega de los regalos. Estos se intercambian a la hora del té del día 24 de diciembre, en lugar de hacerlo durante la mañana del 25 de diciembre, y la costumbre marca que estos deben ser lo más absurdos y ridículos posibles.

Los Príncipes de Gales elegían una imagen con sus hijos para su tradicional `Christmas´ navideño

Si hay una tradición que destaca por encima del resto, esa es la relacionada con el peso. Porque sí, todos los miembros de la Familia Real británica se pesan antes y después de cenar para comprobar si han quedado satisfechos. Una costumbre que se remonta a la década de los 90, que fue cuando el Rey Eduardo VII decidió instaurarla con el fin de conocer si sus invitados habían comido o no lo suficiente.

En la Familia Real británica también es costumbre ver el discurso del monarca a las 15:00 horas de la tarde del 25 de diciembre, aunque, dado que este es el primer año desde hace 70 que no lo dará la Reina Isabel II, no se sabe con exactitud si Carlos III querrá mantener esta tradición, y otras como la de ir a comprar regalos a los grandes almacenes Harrods, o la de prohibir a todos aquellos que se queden a dormir en Sandringham que se acuesten antes que él.